Acciaroli es un pueblo en el suroeste de Italia, cerca de Nápoles, que tiene la peculiaridad de congregar a un gran número de centenarios en su población. Se calcula que una de cada diez personas en este pueblo superan los cien años y 20% de estos últimos alcanza los 110 años de edad. Es por ello que investigadores de la Universidad de Sapienza en Roma y del Colegio de Medicina de San Diego realizaron un estudio analizando los hábitos de las personas de esta región, cuya característica más relevante es que tienen una gran circulación saguínea.
Analizando la sangre de ochenta personas de este pueblo, los investigadores notaron niveles muy bajos de la hormona adrenomedulina, relacionada con el estrés. Altos niveles de esta hormona causan problemas de circulación y derivan en diversos problemas de salud como enfermedades neurodegenerativas. La pregunta del millón es qué es lo que hace que los residentes de Acciaroli tengan esta sangre tan sana. La razón parece ser multifactorial y podría tener que ver con los beneficios de su dieta basada en peces, conejos y pollos cazados localmente o criados en casa, así como el aceite de oliva y vegetales y frutas de temporada.
Otra particularidad tiene que ver con su abundante consumo de romero, una planta vinculada con diferentes beneficios para el cerebro. Particularmente el romero de esta región está siendo estudiado. Investigadores estudian también la notable ausencia de cataratas en estas personas, en comparación con Estados Unidos donde casi todas las personas después de los 80 años presentan cataratas.
Otra razón que se explora es que estas personas parecen tener una vida sexual particularmente activa en relación a su edad, algo que quizás sea causado por la gran circulación de la que gozan, y una cierta alegría natural que se encuentra en esta región donde sopla un aire fresco, abunda el sol y el calor. De manera relacionada deben considerarse los beneficios a la salud que tiene vivir en un entorno familiar de intimidad y cercanía, uno de los factores más importantes para la salud, según estudios previos.
Curiosamente el nutriólogo Ancel Keys, después de haber determinado que en esta región abundaban los centenarios, decidió mudarse ahí y alcanzó a vivir más de 100 años.