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La humanidad debe alimentarse con recursos limitados, ¿cómo aprovecharlos de la manera más inteligente?

Imagen: Alton Barnes

En la intersección de agricultura y filosofía, nuestras elecciones alimenticias están muchas veces determinadas por presupuestos ideológicos o éticos acerca de la procedencia de la comida.

Las dietas que privilegian únicamente los productos de origen vegetal, las variantes ovolactovegetarianas, las que prefieren ingredientes crudos o de procedencia orgánica, y muchos otros patrones alimenticios, dan cuenta de nuestras elecciones sociales e individuales, pero no necesariamente son las mejores opciones bajo los mismos criterios.

Un estudio analizó simulaciones biofísicas para comparar 10 patrones de alimentación, demostrando que disminuir la dieta basada en carne de animales podría incrementar el número de personas que se pueden alimentar de las tierras de cultivo existentes. Sin embargo, también descubrieron que a largo plazo, eliminar completamente los productos de origen animal no maximizaría el uso sustentable de la tierra.

Los investigadores pusieron a prueba la dieta vegana, dos variantes vegetarianas (lactovegetariana y ovolactovegetariana), además de cuatro omnívoras, una baja en azúcares y grasas, y otra similar a la dieta de un estadunidense promedio (comida procesada, productos animales y vegetales de producción industrial, etcétera).

La persona promedio necesita 2.5 acres de tierra cultivable cada año para cumplir sus necesidades alimenticias. Si se elige la opción vegetariana esa cantidad de tierra disminuye drásticamente, necesitando sólo 1/2 acre; este modelo permitiría alimentar a más personas únicamente a base de vegetales, pero cuando se aplica el modelo a escala global, la opción vegana desaprovecha muchos materiales que también produce la tierra y que han servido históricamente para alimentar ganado.

Si toda la tierra cultivable del mundo fuera de cultivos perennes, probablemente nuestras necesidades alimenticias a nivel global se verían satisfechas sin dificultad; no obstante, no todas las tierras producen la misma cantidad de alimento durante todo el año, y las áreas destinadas a pastoreo de ganado pueden aprovecharse también para cultivar otros alimentos.

¿En resumen? La mejor opción alimenticia en términos de sustentabilidad parece ser una dieta mayormente vegetariana pero que incluya productos de origen animal en pequeñas porciones.