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La coordinación de nuestras redes neuronales se ve afectada por el LSD, de manera que el cerebro trabaja conjuntamente en zonas que no suelen comunicarse entre sí

El famoso "desarreglo ordenado de los sentidos" preconizado por Rimbaud tendría, en el caso del LSD, una literalidad alucinante: el primer estudio realizado en 40 años sobre los efectos del LSD en el cerebro humano mostró que la sustancia modifica las relaciones entre las neuronas de nuestro cerebro y, de manera temporal y reversible, éste presenta el funcionamiento que tiene durante un episodio psicótico.

La investigación fue publicada en la revista Neuropsychopharmacology y fue dirigida por el doctor Robin Carhart-Harris; a través de la participación de 20 voluntarios --a los cuales se suministraron dosis seguras de LSD-- los investigadores pudieron observar el funcionamiento cerebral durante 6 horas en máquinas de resonancia magnética y magnetoencefalografía.

En un cerebro "normal", las neuronas operan en redes que trabajan de manera paralela: los núcleos sensoriales que nos permiten ver, oír o hablar se comunican de modo predecible; pero en presencia de LSD, las redes se interconectan de modo impredecible y aleatorio, por ello los fenómenos de sinestesia (ver sonidos, oler colores, etc.) son tan comunes.

Con el cerebro en plena anarquía, los sujetos podrían pensar que se están volviendo locos, pero se trata solamente de la situación antes descrita. El doctor Carhart-Harris comenta que las imágenes del cerebro en LSD recuerdan mucho a las de cerebros justo después de un episodio psicótico. El parecido es tal porque las neuronas que solían operar de manera coordinada pierden su sincronía y zonas que usualmente no se comunican comienzan a hacerlo.

Entender cómo funciona el cerebro en contacto con el LSD permitirá diseñar tratamientos antipsicóticos y tratar la adicción, dos nociones que el entendimiento popular de las drogas hace inconciliables. ¿Cómo una sustancia clase 1 (donde se encuentran clasificadas las drogas ilegales) podría no sólo aliviar el sufrimiento psíquico sino también los síndromes de abstinencia provocados por otras sustancias? Un metaanálisis del 2012 afirma que el LSD logró una tasa de recuperación de adictos al alcohol de 59%, mientras que la tasa media de éxito de rehabilitación en Alcohólicos Anónimos oscila entre el 5 y el 10%. Los datos fueron reproducidos por Tech Times.