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Recordamos el 70 aniversario de los bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki (FOTOS)

Por: Jimena O. - 08/06/2015

La amenaza nuclear se encuentra menos en las armas mismas que en las decisiones políticas que se toman en torno a ellas
The fire devoured by fire
The mind of man is on fire
& where will his eye find rest
-Jerome Rothenberg, (The Seven Hells of Jigoku Zoshi)

El 3 y el 6 de agosto de 1945 son fechas que vivirán para siempre en la memoria colectiva: en las respectivas fechas, Harry S. Truman, por entonces presidente de Estados Unidos, autorizó el uso de bombas atómicas sobre poblaciones mayormente civiles en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, en una de las estrategias bélicas más controvertidas de la Historia.

La decisión costó la vida de 129 mil y 246 mil personas en las respectivas fechas, y dio origen a la era nuclear. El 15 de agosto del mismo año, Japón anunció su derrota incondicional, hecho que marca para los historiadores el fin de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la discusión acerca de las armas nucleares (que, al menos en los registros oficiales, nunca se han utilizado nuevamente, al menos no sobre poblaciones civiles) apenas comenzó.

Truman y los Aliados se excusaron diciendo que las bombas "Little Boy" y "Fat Man" habían salvado miles de vidas japonesas y estadounidenses, pues la alternativa (que hubiese incluido un agotador bloqueo naval similar al de la pequeña Iwo Jima, una isla relativamente insignificante donde murieron más de 30 mil soldados de ambos ejércitos) hubiese costado un número de bajas mucho mayores.

A 70 años del suceso no resta más que seguir exigiendo un desarme general de artefactos nucleares y armas de destrucción masiva, recordando a su vez que este mismo argumento puede ser utilizado por las potencias bélicas para producir invasiones "preventivas", como en el caso de Irak y Afganistán desde la primera década del siglo XXI. La amenaza nuclear se encuentra menos en las armas mismas que en las decisiones políticas que se toman en torno a ellas --una amenaza que, como el polvo sobre las ciudades vacías a la mañana siguiente de los bombardeos, está todavía lejos de disiparse.

 

Todas las imágenes: Associated Press