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¿Snowden se vendió a Apple en el New York Times?

Por: Jimena O. - 07/02/2015

El consumidor se vuelve usuario cuando es consciente de las consecuencias de su consumo. En ese sentido, la neutralidad de ciertos comentarios del vocero Edward Snowden parecen estar en contradicción con sus opiniones previas, en una coyuntura que invita a la paranoia
imagen: mashable.com

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Hace unas semanas el Congreso de Estados Unidos aprobó una enmienda a la controvertida Ley de Libertad  de Información (Freedom of Information Act), que ha sido vista como un punto medio tanto para frenar los poderes abusivos de la NSA como para atenuar las críticas al gobierno de Obama por su aparente desconocimiento. En este panorama, el notorio informante Edward Snowden se dio tiempo para escribir un comentario editorial publicado en el New York Times. Algunos aspectos de su comentario pueden parecer asombrosos, considerando las posturas de Snowden desde hace 2 años acerca del papel de las compañías de tecnología y fabricantes de equipo en los escándalos de violaciones a la privacidad, pero no está de más preguntarnos si Snowden está perdiendo esa "neutralidad" que exige para la red en general.

Por principio, Snowden se refiere a la enmienda como una "victoria histórica", frase que resulta más cercana a la retórica triunfalista de los voceros gubernamentales que para un crítico de los medios digitales. Es cierto que la enmienda coloca una mordaza sobre los poderes expansivos de la NSA, pero solo para asegurarle al gobierno un mejor control sobre su uso discrecional, pues en sí la información de millones de personas sigue almacenándose sin su consentimiento; para abreviar, la ley no detiene el almacenamiento de información privada, sino que delimita lo que el gobierno puede hacer con esa información.

El tono laudatorio permanece incluso cuando se refiere a las compañías de tecnología, a las cuales defiende al victimizarlas y satanizar al gobierno. Snowden afirma que dichas compañías "están siendo presionadas por los gobiernos alrededor del mundo para obrar en contra de sus consumidores en lugar de a favor de ellos."

En ese contexto, resulta especialmente sorprendente lo que puede leerse como una defensa de Apple, que contrastaría con declaraciones previas acerca de por qué él ni siquiera utilizaría un iPhone: "Dispositivos básicos de seguridad como la criptografía --alguna vez considerada esotérica e innecesaria-- son hoy herramientas predeterminadas de productos de compañías pioneras como Apple, asegurándose de que aunque tu teléfono sea robado, tu vida privada siga siendo privada".

El comercial no está de más, y tal vez Apple lo celebra silenciosamente. Después de todo, desde el punto de vista empresarial, no existe mala publicidad para un producto de moda y tecnología. ¿O deberíamos ir un poco más allá y preguntarnos si Snowden está simplemente reconociendo que no existe un "villano" en esta trama posmoderna de vigilancia y espionaje electrónico, sino que el consumidor (transformado ya en usuario a través de sus elecciones técnicas y de consumo) debe hacerse responsable de sus decisiones? Solo una postura así dará poder a la gente para cambiar las cosas que los afectan directamente, ya sea que vengan del gobierno o de la iniciativa privada.