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La religión y la imagen propia en la era de la selfie: una corrosiva serie gráfica de Gunduz Agayev

¿Qué podía resultar de la combinación de estos elementos?

1) Cámara fotográfica

2) Acceso a Internet

3) Redes sociales

Según parece por la respuesta de nuestra época, nada más que una obsesión por las selfies, esa forma contemporánea del autorretrato que se aparece a cada momento, en cualquier circunstancia, para dejar un breve y fugaz testimonio de cierto hecho: una fiesta, un nuevo corte de cabello, el encuentro con un amigo, etcétera.

El recurso, sin embargo, ha dejado ver que tanto el narcisismo como la necesidad de exhibirse parecen no tener límite en esta nueva versión de lo que Guy Debord llamó "la sociedad del espectáculo”, tal y como lo muestra el pintor Gunduz Agayev, quien realizó esta serie en la que la religión se mezcla con la selfie en una extraña suma satírica.

Las imágenes no tendrían que tomarse como un insulto hacia las distintas religiones que se utilizan, sino quizá más bien como una crítica hacia el exceso y la hipocresía, quizá incluso como un señalamiento de cómo aquello que alguna vez se consideró sacro y reservado, ahora también puede convertirse en una mercancía de consumo instantáneo.