*

Un impacto con un cuerpo celeste del tamaño de Marte parece haber causado la formación de la Luna

shutterstock_193927016

Nueva información parece comprobar la hipótesis de que la Luna se formó como consecuencia del impacto más aparatoso en la historia de nuestro planeta. La idea general es planteada por la Hipótesis del Impacto Gigante que sostiene que un planeta del tamaño de Marte, conocido como Theia, impactó a la Tierra en sus primeros años. Aunque relativamente bien recibida esta hipótesis, que data de la década de 1970, no había resuelto el predicamento de que la composición de las piedras lunares es sumamente similar a la de la Tierra y las mismas revelan indicios de la colisión con otro planeta.

Un nuevo artículo publicado por la revista Nature explica que el cuerpo celeste que chocó con nuestro planeta podría haber tenido una composición muy similar. Una simulación de alta precisión de los primeros años de nuestro sistema solar sugiere que una "segunda Tierra", del tamaño de Marte, golpeó y se unió a nuestro planeta, provocando que se generara una enorme nube de rocas y polvo. De este material se habría formado la Luna.

Investigadores, dirigidos por Alessandra Mastrobuono-Battisti del Instituto de Tecnología de Israel, simularon colisiones protoplanetarias en el laboratorio y compararon la composición de los "mundos" sobrevivientes. Los resultados muestran que entre 20 y 40% de los cuerpos que impactaron tenían una composición similar a los planetas con los que hicieron colisión. Esta cifra supera por mucho lo que se tenía contemplado, por lo cual se convierte en la teoría más plausible para explicar la formación de la Luna hasta la fecha.

A esto se le suma otra investigación, también publicada por Nature, que encontró una diferencia entre la composición de tungsteno en la Luna, donde existe un exceso del isótopo 182W, y la composición del tungsteno en el manto terrestre.