*

En las primeras sociedades agrícolas 17 mujeres se reproducían por cada hombre (ESTUDIO)

Por: Luis Alberto Hara - 04/10/2015

Parece ser la primera vez en la historia que se comprueba la relación entre cultura y evolución a nivel demográfico

hl-ancient-egypt-makeup

El que estés leyendo esto en tu pantalla es una consecuencia directa de algo que ocurrió hace entre 4 mil y 8 mil años, justo después de que los humanos inventaran la agricultura. Por cada 17 mujeres que se reproducían, sólo un hombre lo hacía. Para tener un parámetro, pensemos que en nuestros días esa escala de reproducción es de 4-5 a uno a favor de las mujeres. ¿A qué se debe semejante disparidad?

El hallazgo fue de la bióloga Melissa Wilson Sayres de la Universidad del Estado de Arizona y un grupo de científicos que analizaron genes modernos para ver qué tan lejos podían encordar la madeja.

Una de las hipótesis sobre la disparidad reproductiva en ese período preciso de la historia humana es el argumento de la riqueza y el poder. Si las necesidades de la comunidad podían cubrirse mediante el trabajo comunitario, la acumulación de bienes y su traducción en poder político, religioso y militar (la conversión de capital económico en simbólico propuesta por Bourdieu) habría significado el fin de las esperanzas reproductivas de un número indeterminado de hombres que no podían dejar herencia.

En otras palabras, parece ser la primera vez en la historia que se comprueba la relación entre cultura y evolución a nivel demográfico.

evolve

La gráfica muestra la cantidad de hombres (izq.) y mujeres (der.) que se han reproducido en la historia humana.

450 voluntarios de todas las regiones del mundo participaron en el mapeo de ADN realizado por un equipo de genetistas. Se analizaron el cromosoma Y del ADN y el ADN mitocondrial. Aunque no constituye gran parte de nuestro material genético, el cromosoma Y se adquiere sólo por herencia de ancestros masculinos y el mitocondrial exclusivamente de ancestros femeninos. Al analizar la diversidad en ambas partes, los científicos lograron deducir el número de ancestros masculinos y femeninos en cada población; siempre hay más mujeres en el árbol genealógico humano.

Esta investigación apenas comienza y se planea invitar a arqueólogos y antropólogos a proponer nuevas formas de explicar por qué, durante un gran período de la historia humana, el éxito reproductivo de muchos machos se extinguió.