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La única forma de echar un vistazo a las células del cuerpo al morir sería estar junto a un forense mientras realiza una autopsia. Esta exposición te hace sentir eso
Herida de bala

Herida de bala

El día a día de la doctora Marianne Hamel transcurre frente a un microscopio en un instituto de ciencias forenses. A pesar de que para la mayoría de nosotros podría parecer morboso o aterrador enfrentarnos a la realidad del cuerpo humano muerto, para la doctora Hamel esta ocupación se ha convertido en un acto estético.

Es a través de esta experiencia que Hamel y el fotógrafo forense Nikki Johnson han curado la exposición Death Under Glass, donde podemos observar las fascinantes e hipnóticas formas que toman los tejidos humanos una vez que el ingrediente vital los ha abandonado.

Intestino delgado

Intestino delgado

Se trata, pues, de la constatación de una ausencia: coloreados por tinturas forenses, los tejidos se dejan ver por última vez antes de su inexorable proceso de descomposición. 

Riñón

Riñón

El objetivo de la exposición, según sus autores, es difundir la importancia del análisis histológico y mostrar algo nunca antes visto sobre las particularidades del cuerpo humano.

Birrefrigencia

Birrefringencia