*

Buscando un poco de acción en Tinder, uno corre el riesgo de intentar seducir a un bot

tinder1

Si utilizas Tinder para catalizar tu vida sexual frecuentemente, es probable que te haya tocado conversar con un bot que parecía ser una chica sexy. 

Desde 2013, cuando Tinder cobró popularidad, los spammers empezaron a programar bots para tratar de enganchar a jóvenes ganosos con links hacia webcams y sitios de porno. Esto era bastante frontal, pero ahora los spammers han evolucionado y han configurado bots más verosímiles; una de las modalidades que está siendo ensayada es la de la vecina sexy a la que le gustan los deportes. 

Antes los bots sólo respondían algo como: "Hola, si quieres que sigamos hablando visita mi website". Hoy los bots ya hacen conversación, simulan inteligencia --aunque a veces pueden llegar a situaciones surrealistas-- y suelen tener fotos más comunes y corrientes. Lo más cómico de esto es cuando las personas llegan a invertir cierta energía o excitación sobre lo que podría suceder con su conexión en Tinder, cuando en realidad se trata de una entidad digital automatizada.

Los sitios de software para crear bots recomiendan que los bots tarden más tiempo en contestar y sólo busquen convertir en visitas o ventas una vez que los usuarios están involucrados y han enviado un mensaje por SMS. Uno de ellos, según Motherboard, motiva a seguir con este simulacro porque "una vez que un hombre beta se siente emocionalmente involucrado hará lo que sea por conseguir una cita". No hay duda de que la fauna digital es cada vez más diversa y extraña.