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La física detrás del delicioso olor a lluvia

Screen shot 2015-02-04 at 7.33.47 PMLa palabra lluvia es quizá una de las onomatopeyas más deliciosas del lenguaje; así también precipitación pluvial o diluvio. Todas suenan a lluvia cayendo y ese sonido es reconfortante aunque sólo lo imaginemos. De hecho, el sonido de la lluvia es el resultado de un fascinante sistema de ritmos, superficies y tamaños casi imposible de reproducir, aunque estos japoneses lo lograron. Después de todo, ellos son los expertos en encontrar la poesía en los fenómenos naturales: tienen 50 palabras para decir "lluvia" y cada una es una lluvia diferente.

Pues ahora unos científicos norteamericanos se pusieron la tarea de descubrir cómo es que la lluvia despierta tantos olores cuando toca la tierra. ¿A quién no le gusta el olor a pavimento llovido, pasto llovido, tierra mojada? Lo que descubrieron es que no es la lluvia la que huele tan rico, sino el proceso que detona cuando impacta una superficie.

Tienes que tener una gota del tamaño adecuado, cayendo a la velocidad correcta sobre la superficie apropiada. En el momento en que esta toca la tierra atrapa diminutas burbujas de aire; estas burbujas luego estallan en la superficie como las burbujas del champagne y llevan con ellas el olor de la tierra o el pavimento mojado, dependiendo de dónde caigan.

Así queda claro que todo lo relacionado con la lluvia es sofisticado y sutil. Nada nunca, aunque echemos agua, olerá igual que la lluvia.