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El estado mexicano desapareció a 43 estudiantes: invitan a actuar en redes sociales (VIDEO)

Por: Jimena O. - 10/19/2014

Miles se sincronizarán este 21 de octubre para hacer presión global y que el gobierno regrese vivos a los estudiantes desaparecidos por autoridades locales

normalistas-desaparecidos-30092014-1Los normalistas en México son estudiantes para profesores de primaria y han tenido una tradición muy aguerrida en la exigencia de sus derechos. Cabe acentuar que los dos guerrilleros quizá más memorables de la segunda mitad del siglo pasado fueron normalistas. El pasado 26 de septiembre un grupo de normalistas intentó tomar algunos autobuses en Iguala, Guerrero (una costumbre medianamente aceptada) para ir a la ciudad de México y protestar, como se hace cada año, por la matanza de estudiantes del 2 de octubre de 1968.

Sin embargo, la toma de autobuses culminó en una brutal balacera iniciada por algunos policías municipales quienes, luego acompañados de sicarios, se llevaron a más de 50 alumnos en patrullas y camionetas. Hasta hoy 43 estudiantes continúan desaparecidos, esfumados por el propio Estado en una evidente colusión con el crimen organizado.

A pesar de la atrocidad en el hecho el presidente Enrique Peña Nieto tardó una semana en emitir una posición y anunciar una estrategia para buscarlos, y esto sólo después de que el indignante hecho fue exhibido en la prensa internacional. Hasta hoy, la búsqueda de los normalistas ha estado vinculada con el descubrimiento de fosas clandestinas que albergan cientos de cuerpos inertes. Lo anterior pareciera dar la señal de que todo apunta, al menos desde la percepción del gobierno, a que están muertos.

Decenas de mexicanos indignados han hecho eco en las redes sociales para que se encuentre a los estudiantes con vida, pero este 21 de octubre se hará un levantamiento de voz sincronizado en Twitter y Facebook con los hashtags #EPNBringThemBack y #RegrésalosEPN. También el 22 de octubre se harán protestas en todo el mundo, para que este tema sea verdaderamente una prioridad y no únicamente una resignación más a la violencia que, en este caso, vuelve a mostrar la insensata estrategia contra las drogas cuando el aparato mexicano, en muchos niveles, se muestra indignantemente coludido.