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Una joya poética grabada en 1950 recupera al Dr. Jung leyendo una metarreferencia a la piedra filosofal en su casa de Suiza

Quizás la historia recodará en un futuro a Carl Jung como parte de la tradición de filósofos naturales que conocemos como alquimistas. Su aportación fundamental fue entender que la búsqueda de la piedra filosofal o de transmutar los metales en oro simbolizaba una búsqueda inmaterial que podía ser mapeada en procesos psíquicos de sublimación o destilación. El concepto de Jung de individuación es equivalente a la obtención del lapis philosophorum. "Para los alquimistas, el proceso de individuación representado por el opus era una analogía de la creación del mundo”, escribió Jung. La aportación de Jung a la alquimia tiene que ver con una formulación detallada al límite de lo arqueológico de la psique humana como el gran microcosmos que espejea al macrocosmos.

La brillantez y la enorme amplitud intelectual de Jung es indudable. Sin embargo, hay que mencionar que muchos alquimistas que realmente han practicado el arte consideran que su reducción de la alquimia a lo meramente psicológico (aunque en el caso de Jung el alma brille con esplendor) es una interpretación un tanto corta. Si bien la alquimia no es algo meramente materia, como la transformación solamente metales pesados en oro, no se puede negar la importancia del trabajo en el laboratorio y la producción de medicinas. La alquimia va más allá del dualismo entre espíritu y materia y espiritualiza la materia y materializa el espíritu. 

En este raro material vemos a Jung en la campiña suiza cándidamente hablando sobre alquimia, en 1950. La atención del viejo Jung se dirige a una inscripción de piedra. Jung traduce del latín, el agua corre y la cámara: "La piedra habla ahora, personificada, y dice, 'Yo soy huérfana, estoy sola y sin embargo me encuentro en todas partes. Soy una pero soy contraria a mí misma, soy un hombre joven y un viejo al mismo tiempo, no necesito madre o padre, porque debo de ser levantada de la profundidad, como un pez, o caigo del cielo como la piedra blanca. En bosques y montañas camino, pero permanezco oculta en lo más profundo del hombre. Soy mortal para todos y sin embargo yazgo intocada por la mutación del tiempo'".

La voz de Jung tiembla al leer este texto críptico que dice contiene el secreto de la alquimia. Jung admite que este texto hermético necesita comentario; el enigma permanece. De cualquier manera, es un documento hermoso ver a al gran científico del alma que ha tenido el siglo XX ensoñar con el lapis philosophorum entre el murmullo del agua y el cielo, en su última morada.

Twitter del autor: @alepholo