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En un juego en el que el "colmillo" y el azar suelen determinar a los vencedores más que las aptitudes deportivas, los mexicanos arrastran una historia de grandes partidos y dolorosas derrotas que ya forman parte de la conciencia colectiva
robben
Bien sé que lo habrán dicho; mas yo fío
que los que fueron prácticos soldados
dirán que es de tener en mayor cuenta
la victoria que menos ensangrienta.

Escipión en El cerco de Numancia, de Miguel de Cervantes

México ha sido eliminado en cuartos de final por sexta vez en su historia en Copas del Mundo. Frases típicas de la idiosincracia mexicana como "Jugamos como nunca, pero perdimos como siempre" están en boca de todos, y una sensación común de esperanzas perdidas recorre las calles. Pero, ¿por qué a los mexicanos les encanta victimizarse y buscar culpables?

Aquí los casos, las culpas y los castigos que, desde 1986 hasta 2014, parecen extender la maldición de los octavos de final, del grupo de los 16, de la ronda de eliminación de donde México nunca ha podido avanzar:

México, 1986

La selección llegó a cuartos de final tras derrotar a Bulgaria 2-0, y luego sucumbió frente a Alemania Occidental en penales.

Italia, 1990

México quedó descalificado por usar "chafiretes", es decir, jugadores de mayor edad en torneos de ligas para jóvenes, así que no participó. La decisión no estuvo exenta de polémicas.

Estados Unidos, 1994

DT: Miguel Mejía Barón

Bulgaria se vengó del Tri en la ronda de penalties. El DT pasó a la historia de la culpa por "quedarse con los cambios", debido a que no metió a Hugo Sánchez, veterano a quien todos recordamos suplicante en su última participación como jugador en una Copa del Mundo. "Me sentía muy, muy impotente", dijo Sánchez, mientras veía cómo las esperanzas mundialistas se desvanecían.

Francia, 1998

DT: Miguel Lapuente

Pareciera que, a medida que nos internamos en el juego, los goles en contra pesan más sobre la moral mexicana. México fue derrotado por Alemania con un marcador de 2-1, con goles de Jürgen Klinsmann (futuro DT de EU) y Oliver Bierhoff y una anotación de Luis "El Matador" Hernández. Una evaluación ecuánime diría que Peláez, Cuauhtémoc Blanco y el Matador debieron ser contundentes con los alemanes cuando tuvieron oportunidad, cosa que no ocurrió. Aquí los culpables fueron... los fans. El Matador (máximo goleador mexicano en Copas del Mundo) dijo: "Los que no creyeron en nosotros deberían pedir disculpas" y reconocer que se hizo "un gran trabajo". Hernández agregó: “Sí, he visto el video. Ni hablar, así lo intenté y fallé, pero así es el futbol.”

 Corea del Sur / Japón, 2002

DT: Javier Aguirre

En el Mundial asiático México fue eliminado dolorosamente por uno de sus enemigos jurados, Estados Unidos, con un marcador de 2-0. El culpable aquí nuevamente fue el árbitro que no vio una clara mano de John O'Brien, lo cual hubiera significado un penalty a favor (aunque los estadunidenses fueron eliminados en una controversia similar en la ronda de cuartos). Pero lo que probablemente más se recuerda es el comentario de Aguirre, respecto a que E. U. "no dejó jugar" al Tri, encerrándose en la defensa. (Lo cierto es que algunos equipos juegan para jugar, y otros juegan para ganar).

 Alemania, 2006

 DT: Ricardo Lavolpe

En Alemania, México perdió (siempre en octavos) en un reñido juego contra la Albiceleste. Luego de una extraordinaria primera mitad y cuatro minutos adelante en el marcador, la selección Argentina logró recomponerse y empatar el marcador. Pero fue el gol en tiempos extra de Maxi Rodríguez (uno de los mejores de la Historia) lo que dejaría en la cancha, una vez más, las ambiciones mexicanas. Aquí se culpó nuevamente al arbitraje, que no vio una falta de Gabriel Heinze, de Argentina, sobre el mexicano José Fonseca. "Para la FIFA... la playera argentina pesa más que la mexicana", afirmó entonces Jared Borgetti. "Son buenos jugadores; pero para mí, esta vez México jugó mejor." He ahí otra variación eufemística del "jugamos como nunca...".

Sudáfrica, 2010

DT: Javier Aguirre

 

En el Mundial africano, México perdió nuevamente contra Argentina en un contundente 3-1. Sin embargo, la primera anotación de la Albiceleste, marcada por el legendario Carlos Tévez, ocurrió en un claro fuera de lugar. Tévez no lo ocultó en comentarios posteriores en los cuales afirmó que sabía que estaba en posición adelantada, "pero mientras ellos [los árbitros] marcaran el gol, está bien para mí y el equipo." El desde entonces capitán de la Tricolor, Rafa Márquez, se mostró decepcionado por el uso de estas tácticas cuando están a favor del rival.

Brasil, 2014

DT: Miguel "Piojo" Herrera

La más reciente eliminación de México en Copas del Mundo tuvo lugar el domingo 29 de junio frente a la escuadra holandesa. Las redes sociales se volcaron contra las dramáticas caídas de Arjen Robben (quien, hay que recordar, es un veterano con una impresionante carrera deportiva), quien buscó la falta dentro del área mexicana en tres ocasiones, consiguiéndola en una y marcando un gol de penalty que supuso la eliminación de México luego de un extraordinario partido que el Tri ganó hasta el minuto 88' del tiempo reglamentario. Las palabras del Piojo para el arbitraje no fueron moderadas, afirmando que él y la selección regresarán a México hoy o a más tardar mañana, pero que "creemos que el árbitro debería irse a casa también."

El polémico Herrera se ganó el corazón de los aficionados con sus extravagantes celebraciones en cada anotación mexicana, pero hay un lado conspiranoico de su parte en declaraciones como esta: "Se trata de una Copa del Mundo donde todos estaban en contra de México"; eso sin contar que probablemente este Mundial será recordado en nuestro país por la polémica que desataron los aficionados mexicanos al gritar "Puto" ante cada saque del equipo rival, y que pudo haber costado una sanción importante por parte de la FIFA.

Lo cierto es que lo hermoso del futbol es que para México y para muchos países del mundo no se trata sólo de un juego; pero, cuando pasan los 90 minutos reglamentarios y el marcador se graba en piedra, no se trata finalmente más que de un juego. México, como siempre, tiene argumentos para justificar su derrota. Y las aficiones encolerizadas esperarán con emoción la próxima Copa del Mundo para repetir la historia nuevamente; una historia que, esperamos, siempre pueda ser diferente.