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Una nueva investigación de UCL demuestra cómo las mejores orquestas del mundo se pueden identificar más precisamente por medio de videos mudos de sus presentaciones que mediante grabaciones de audio.

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Tanto los músicos profesionales como los novatos, si se les muestra un video sin sonido, son mejores al identificar orquestas de alto rango de aquellas de bajo rango. Esto sugiere que tales juicios son impulsados, al menos en parte, por claves visuales, dinámicas de grupo y liderazgo. O, en otras palabras, la influencia visual de una orquesta es mucho más importante de lo que pensamos. La postura del cuerpo, los gestos o el manejo controlado de los movimientos de un buen músico es crucial para identificar su maestría al interpretar una pieza.

Los investigadores se dieron cuenta de ello por medio de varios experimentos específicos. En uno de ellos, cuando a los participantes se les mostró un par de clips de seis segundos: uno de una orquesta de clase mundial, clasificada entre las diez mejores del mundo –que incluía la Orquesta Sinfónica de Londres, la Filarmónica de Berlín, la Filarmónica de Viena y la Orquesta Sinfónica de Chicago—, y otra de un grupo regional o universitario, estos tendieron a elegir mejor cuando se les mostró sólo video (sin sonido) que cuando les pusieron pistas de audio.

La Doctora Chia-Jung Tsay (UCL), autora del estudio, dijo que fue sorprendente que, incluso un subconjunto de información visual –la vista de un solo músico—les permitió a los participantes identificar a las orquestas. Y en cambio aquellos a los que se les dio tanto el video como el sonido de todo el grupo tendieron a fallar en sus conclusiones. Continúa:

Los ensambles de cámara y los músicos profesionales podrán decir que los grupos de primera línea impresionan a sus miembros y a sus escuchas. Sin embargo, la sola presencia del sonido en las grabaciones de hecho detractó del poder predictivo de grabaciones de puro video. Esta investigación sugiere que el mejor de los ensambles impresiona no a sus escuchas sino a sus espectadores.  

La doctora Tsay da como ejemplo a las orquestas que han implementado audiciones ciegas como parte de sus esfuerzos para reducir los efectos de varias tendencias. Sin embargo, los resultados de estos estudios sugieren que, ya que mucha de la música es experimentada en vivo, y la información visual parece dominar el juicio, es posible que las audiencias sientan una desconexión cuando atienden a un concierto en vivo de músicos que no muestran su cuerpo.