*

Las pinturas hiperrealistas de Jason de Graaf simulan, con increíble precisión, la ilusión de ser cuidadosas fotografías.

Jason-de-Graaf-Hyper-Realistic-Reflective-Paintings-1

No es la primera vez que mostramos imágenes que, increíblemente y aunque todo parezca indicar que se trata de fotografías, en realidad son pinturas o dibujos. Pero sin duda el trabajo de Jason de Graaf es uno de los más sorprendentes casos de pinturas hiperrealistas. La obsesiva minuciosidad que presentan las composiciones, así como las texturas empleadas para simular superficies reales, terminan por confundir al observador, incluso después de enterarse de que en realidad no son piezas fotográficas. 

Mis pinturas son sobre la construcción de una realidad alterna, una ilusión de verosimilitud en la superficie pintada. Trato de usar objetos como vehículos para expresarme, contar una historia, o al menos aludir a algo que está más allá de lo que retrato. Por eso trato de elegir objetos que tienen un significado para mí o que son artefactos de mi vida. 

Este tipo de trabajos resulta especialmente divertido hoy, en una época en la que photoshop nos ha enseñado a desconfiar de la veracidad de las imágenes, y ha hecho que el refrán "ver para creer" se vuelva esencialmente anacrónico. Por eso sabemos que difícilmente nos creerás cuando te digamos que estas pinturas no son fotografías. 

Jason-de-Graaf-Hyper-Realistic-Reflective-Paintings-3

 

Jason-de-Graaf-Hyper-Realistic-Reflective-Paintings-5