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En el marco de los 20 años de vida del movimiento armado indígena y campesino EZLN, la comandanta Hortencia expone los beneficios de su lucha, critica sus errores y hace un llamado a una resistencia más organizada para globalizar su causa justa.

images 2Justo hace veinte años, cuando se anunciaba la firma del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) por el expresidente mexicano, Carlos Salinas de Gortari, en lo que se pretendía un logro de modernización para México, un grupo de indígenas tzotziles, habitantes de uno de los estados más pobres de ese país, levantó la voz para denunciar que tal modernización era ficticia mientras los marginados continuaban ahí, sufriendo el desplazamiento de un sistema económico que priorizaba valores en los que ellos no creen. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional advertía un México dolido, escindido, radicalmente ajeno a la parafernalia y la prosperidad que anunciaba el gobierno y el mercado.

El día de ayer, el EZLN celebró el vigésimo aniversario del histórico levantamiento, y presumió su mayor logro: su autogobierno. Zonas marginadas que lograron su autonomía, a partir de, como ellos afirman, deshacerse de los partidos políticos y de los grupos tradicionales de poder, para así hacer ejercer su propia cosmovisión, desde sus costumbres, idiosincrasia, y desde la justicia –un ingrediente hasta entonces ausente en sus comunidades.

En el marco de la celebración, la Comandanta Hortencia leyó un comunicado que enfatiza festejar su autonomía y su resistencia ante los grupos de choque respaldados por el gobierno, cuestionó las propias deficiencias y reconoció la inclusión de organizaciones civiles y nuevas generaciones de niños como refuerzos del movimiento.

Hortencia, una mujer tzotzil que en las últimas celebraciones ha sido vocera del EZLN, dijo que los zapatistas tienen que seguir organizándose para fortalecer la rebeldía, el autogobierno y la resistencia frente a la estrategia gubernamental de debilitarlos. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que muchos calificaron como un efímero destello de rebeldía momentáneo, hoy, a veinte años de su nacimiento, se mantiene en operación y ha logrado proveer a las comunidades que lo respaldan, con servicios de salud, educación y, sobre todo, dignidad.

Aquí algunos de los fragmentos de este discurso, en un llamado a cada uno de nosotros para reflexionar el valor de la justicia, la diferencia y la resistencia:

Sobre los logros:

Existimos y aquí estamos. Hace 20 años no teníamos nada, ningún servicio de salud y educación que sea de nuestro pueblo.

No existía ningún nivel de autoridad que sea del pueblo. Ahora tenemos nuestros propios gobiernos autónomos. Bien o mal que se haya hecho, pero es la voluntad del pueblo.

Sobre la lucha que enfrentan:

Es una verdadera guerra de exterminio. Hay decenas de miles de soldados que están ocupando las tierras que nos pertenecen.

A pesar de tantas maldades aprendimos a sobrevivir y resistir de manera organizada.

 Piensan que con su estrategia van a calar la estrategia, pero se equivocan. Aquí estamos y aquí seguiremos.

Una invitación: 

Es el tiempo de fortalecer y globalizar la resistencia y la rebeldía.