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#MusicaSuave: K2O, de Kandodo, es uno de los discos mejor logrados del 2013

Por: Javier Barros Del Villar - 12/14/2013

El segundo álbum de Kandodo, el proyecto alternativo de Simon price (The Heads), representa una de las incursiones ambientales mejor logradas del post-rock.

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Simon Price es uno de los personajes musicales más interesantes de la actualidad. Es vocalista y guitarrista de The Heads, la inquieta banda de post-rock, originaria de Bristol, que destaca por entremezclar influencias particularmente eclécticas, por ejemplo punk con rock psicodélico, y una buena dosis de rock pesado setentero, lo cual le permite deslizarse, simultáneamente, sobre los ecos de, entre otros, Iggy Pop, Black Sabbath, y Ozric Tentacles.  

En 2012, Price lanzó una iniciativa alterna, llamada Kandodo, la cual, en contraste con The Heads, sugiere una especie de terapia musico-introspectiva. K2O, el segundo LP de este proyecto, es un disco que nos invita a sumergirnos en opiáceos parajes cuya placidez parece estar permanentemente amenazada por la posibilidad de que el acuario sonoro sufra una fisura y se desborde. Pulcras atmósferas son guiadas por una guitarra exquisitamente amplificada, combinación que imprime en el sonido un estado enérgicamente relajado.

Sin duda, al escuchar K2O, estamos frente a uno de los discos mejor trabajados del año. Los sampleos vocales, las grabaciones de campo, la autoridad de la guitarra y la construcción de atmósferas repletas de precisión hacen de éste un álbum que seguramente seguirá siendo apreciado por años.

Los tracks:

"Slowah", el primer track, funciona como intro a lo que será una extravagante excursión, y entonces comienza "Grace and", que incluye en el fondo un misterioso discurso, con guitarras en primer plano y un ambiente propio de un spa diseñado para inducir proactiva melancolía (incluso recuerda a ciertos estados de ánimo promovidos por propuestas musicales como la de Atlas Sound). Pasamos a "Waves", breve track enmarcado por el vaivén de las olas que acarician la costa italiana, sonido que resulta de una de las grabaciones de campo que Price incluye en este álbum. "Kandy Rock Mountain" comienza con embates de psiquismo estridente, para luego dejar ir el bote a la deriva durante cerca de trece minutos, y encaminar "July 28th", mántrico acercamiento a un paisaje del lejano oeste. Finalmente llega el momento de apuntar hacia el sol, la inmersión definitiva viene con "Swimming into the Sun", distorsión épica en la que luce la contribución del baterista de los Heads, Wayne Maskell. Se trata de una pieza que, al estilo de los Ozric, simula infinitud.   

  Twitter del autor: @ParadoxeParadis