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Las acciones del alcalde de una zona rural de Andalucía han incomodado a las cúpulas del poder español, por ello ha sido intrincado, pero su lucha tiene como objetivo no confrontarlos, sino el bien común.

Desvanecer el estigma de corrupción y deshonestidad con el que casi todos los políticos viven, es una difícil tarea, pero para el alcalde de Marinaleda en Andalucía, España, no tanto: Este hombre, Juan Manuel Sánchez Gordillo, decidió expropiar alimentos de un supermercado para la población que no pueda pagar por comida.

Los distintos diarios de su país lo han llamado "El Robin Hood moderno", con la finalidad de que la población comprenda que estas acciones no son un robo, sino una especie de atino colectivo en el que los pobres resultan beneficiados, "No es robo sino equidad", dijo una de las beneficiadas por este nuevo plan de las autoridades locales. 

Lo que motivó a Sánchez Gordillo a emprender esta acción fueron las actuales contradiciones que imperan en el gobierno español de Mariano Rajoy: la polarización sectorial que alude a la acuñada frase de  "lo ricos más ricos, los pobres más pobres". 

La relación de Marinaleda con el Estado es complicada. Sanchez Gordillo ha sido reelecto por varios periodos, pero ha tenido abolir a su policía local. "No queremos a la policía aquí. Nuestro trabajo es voluntario. Luchamos juntos, hacemos nuestra vida juntos. Cuando plantamos árboles, también lo hacemos juntos". 

"Las utopias no son quimeras, son los sueños más nobles que las personas tienen. El sueño de la igualdad social. El sueño de que los recursos nacionales no están al servicio de las multinacionales, sino de la gente. Esto es lo que nos gustaría convertir en realidad", dijo el alcalde, quien no piensa cambiar su estrategia política.

[Guardian]