El problema es que dicho cambio está asociado con extinciones masivas de especies marinas, algo que se ha presentado hasta en 4 ocasiones a lo largo de la historia del océano, aunque esta sería la primera en que las actividades humanas fuera la causa del fenómeno y no otras naturales como las erupciones volcánicas.
De acuerdo con Bärbel Hönisch, paleocenógrafo de la Universidad de Columbia, las emisiones de carbono producto de la actividad industrial estarían modificando el equilibro natural de los océanos y también del proceso evolutivo, pues al ser un efecto totalmente inesperado para la naturaleza, existen organismos que podrían perderse sin remedio como los corales o los arrecifes de coral.
Conforme los niveles de dióxido de carbono se incrementan en la atmósfera, el océano absorbe el químico y lo convierte en ácido carbónico, disolviendo los carbonatos que necesitan ciertos seres vivos para alimentarse.
De acuerdo con las mediciones de los científicos, la magnitud de los cambios en la geoquímica oceánica no tiene paralelo en los 300 millones de años de historia de la Tierra, un escenario que sugiere la posibilidad de modificaciones desconocidas en su ecosistema.