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Autoridades confirman que la OTAN atacó una planta que fabrica pipas indispensables para el transporte y suministro de agua en Libia.

Autoridades de Libia y diversos medios han informado que un ataque de la OTAN dañó las instalaciones de la planta de al-Brega que fabrica pipas de agua, vitales en el suministro de agua potable a la población libia. Desde 1984 Libia construyó una reserva de agua dulce artificial, una de las más grandes del mundo y la cual abastece a más del 70% de la población de un país que es casi todo desierto.

El ataque aparentemente fue confirmado por la OTAN, pero afirmando que la planta estaba siendo usada para almacenar armas y disparar cohetes, algo que han negado las autoridades de la planta.

Según reportes, la infraestructura dañada podría tardar meses en ser arreglada, haciendo que este golpe parezca una estocada estratégica contra la población que apoya a Gadafi —la mayoría del país, según han demostrado multitudinarias marchas a su favor que no han sido cubiertas por los medios occidentales.

Autoridades libias habían advertido desde el 4 de abril que daños al río artificial que es el orgullo nacional causarían "un desastre humanitario y ambiental".

Cada vez queda más claro que la decisión de la OTAN de iniciar esta guerra no se trata de liberar a la población de la locura de su dictador, sino de avanzar en su agenda geopolítica y echar a andar la maquinaria bélica, cuya millonaria industria desfalca países pero hace billonaria a una élite que se beneficia de los contratos estatales militares y de reconstrucción de infraestructura.

[Human Right Investigations]