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¿Te enamorarías de una linda chica digital? Miles de fans japoneses se desbordaron por Eguchi Aimi, una pop star sintética que, pensaron, era real.

 

La banda de pop juvenul japonesa AKB48, la más grande del mundo, está compuesta por tres equipos de lindas chicas que juegan con una fantasía de inocencia eterna y coquetería angelical; bailando y cantando pueril pop pegajoso ante delirantes fanáticos o promoviendo productos, como en este caso, comiendo paletas y dulces en habitaciones inmaculadas —el corazón blanco de la Matrix—, siempre sonrientes y con ojos luminosos.

Este grupo de 48 idols de pop sintético recientemente recibió una nueva integrante, Eguchi Aimi. La belleza de esta joven rápidamente raptó el corazón de su fans, conjurando ese ideal de belleza japonés que evoca una muñeca de alabastro, con piel de crisantemo, pero que tiende a la histeria del robot. Aimi apareció en varios videos y photoshoots, erigiéndose como un metéorico ídolo. Y sin embargo, como más tarde se supo, Aimi, tal vez la más bella de todas, es un compuesto digital de los rostros y cuerpos  de otras seis chicas de la banda, mismas que aparecen en el video.

Los creadores de Aimi seleccionaron las mejores facciones de las otras seis cantantes usando un software de motion capture, logrando crear una especie de sueño colectivo encarnado: toda las fantasías de los fans por cada chica individual sintetizadas en Eguchi Aimi. ¿Te podrías enamorar de un ser digital? Tanto como te puedes enamorar de la imagen de una chica real. Al fin de cuentas si un ser digital es suficientemente verosímil para ser percibido como real, puede generar respuestas emocionales que tienen impactos tangibles en la vida de las personas, incluso en el mundo físico que, al igual que la chica digital, es sintetizado en nuestros cerebros a partir de la información (arbitraria) que recibe de nuestros sentidos.

Este caso es especialmente interesante para el mundo del pop. Ya hemos visto en Japón el caso de Hatsune Miku, una popstar holográfica seguida por miles de fans a sabiendas de que es una proyección digital. Si consideramos que hoy en día muchas estrellas de música pop son sobre todo productos, elucubrados en agencias de marketing para satisfacer los deseos del mercado, quizás no sería extraño que en un futuro los más grandes ídolos del pop sean avatares digitales tridimensionales, perfectamente diseñados para sintetizar los deseos de las masas, paradigmas idílicos de la belleza, de lo sexy, de lo aspiracional, iterándose hasta el infinito, de tal manera que todos podamos pasar una noche con esa popstar holográfica, ubicua como una deidad fantasmagórica.

[Gizmodo]