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Investigadores descubren que el ADN puede brincar de su tradicional forma de doble hélice a una variedad de formas distintas y aún así mantener completa funcionalidad, lo que revela una nueva capa de información genética

No sólo el ADN parece tener propiedades telepáticas y hasta teletransportarse, también sabe bailar. El código biocósmico que llamamos ADN sorprendió a investigadores en un reciente estudio al "brincar" de su tradicional forma de doble hélice a una variedad de formas distintas y aún así manteniendo completa funcionabilidad. Según este estudio de la Universidad de Michigan, el ADN toma una forma alternativa el 1% del tiempo.

Los científicos usaron una técnica de resonancia magnética nuclear para observar este estado excitado del ADN y creen que usando esta técnica podrán detectar otros estados fugitivos en los que el ADN cambia rápidamente de forma.

Lo más interesante quizás es que esta danza metamórfica del ADN parace revelar un nuevo nivel de información en el código genético, ya que al flexionar las bases y las secuncias del código se modifican las críticas interacciones entre el ADN y las proteínas. "La data sugiere que existen múltiples capas de información almacenadas en el código genético", dijo Hashim M. Al Hashimi de la Universidad de Michigan.

No cabe duda que dentro de nosotros yace una fascinante sustancia cósmica cuyas capacides de transmisón de información y mutación, y en este sentido de materialización de un organismo vivo, son apenas sospechadas. Aunque hemos descubierto el texto del genoma, aún no sabemos del todo lo que el ADN puede hacer: todo su potencial. Tal vez las hélices del ADN puedan tomar formas de estrellas, mandalas o hasta dodecaedros, trazando diseños más complejos en un proceso de evolución y diversidad ilimitado. La eterna escalera espiral o serpiente danzando dentro de ti, haciendo yoga con tu conciencia.