Circula la red hoy una imagen interesante en la que se muestra el choque casi perfectamente alineado de dos balas, una rusa y una francesa, encontradas por un cazador de tesoros ucraniano. Las balas don de la Guerra de Crimea (1853-1856) y llaman la atención porque es extremadamente raro que algo así suceda, en una especie de neutralización del disparo o empate técnico cósmico. Especialmente sería significativo que algo así sucediera en un duelo, tet-a-tet.