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Mckenna, RAW y Chomsky nos hablan sobre las teorías de la conspiración, acercándonos desde su lúcida y lúdica trinchera a este fascinante tema.

Hay una teoría de conspiración que es mi favorita, es la que inventé yo.

- Robert Anton Wilson

Tres de las mentes más brillantes del pensamiento alternativo contemporáneo nos introducen a una visión bastante sobria y razonable (pese a la afición de Mckenna y Anton Wilson por altas dosis de psicodélicos) de la teoría de la conspiración y los grupos en el poder.

Terence Mckenna, el bardo psiconauta, nos dice que aunque los banqueros y los políticos quieren controlar el mundo no pueden, que uno pasa por las oficinas del gobierno británico a la 1 de la mañana y los ve maquinando porque sienten que el mundo se les escapa . "Nadie tiene el control, este mundo está gobernado por las ecuaciones del caos y la dinámica. Puede haber entidades buscando control... pero buscar el control es en el fondo una agresión a ti mismo".

Robert Anton Wilson, tal vez la persona que más ha reflexionado sobre la teoría de la conspiración utilizándola como un arma creativa y de exploración de realidades (un cosmic trigger), nos dice que "pensar que no ocurren las conspiraciones es pensar que nunca neva"; la historia prueba que las conspiraciones suceden en todas las épocas pero eso no significa que exista una única conspiración que tiene un control absoluto del planeta: "múltiples conspiraciones compiten en la noche". Creer que no existen las conspiraciones es un acto de fe, como la idea darwiniana de que todo sucedió por accidente y no hay una inteligencia en el universo, o como la fe cristiana de que un tipo llamado Yahvé creó el mundo desde las nubes a unos metros de la Tierra.

Pero por otra parte, la mayoría de los conspiracionistas tienen rasgos paranoides y muchos son clínicamente paranoicos. Anton Wilson también advierte sobre la tendencia de los conspiranoicos a generalizar, culpando a todos los individuos de un grupo de pertenecer a una conspiración global y ser todos malignos e sospechosos, como se dice de los judíos o de los jesuitas o de los masones.

Chomky dice que "desde hace tiempo se reconoció que si no puedes controlar a la gente por la fuerza o la pobreza tienes que hacerlo a través de la propaganda... como se decía antes, ya no se dice así pero... la oficina de relaciones públicas de Estados Unidos nace de ahí"

Alex Jones le pregunta sobre la efectividad del control mental en comparación con las armas y Chomsky contesta que es lo único que se puede hacer hoy, ya que en los países más democráticos no puedes controlar a la gente con tanques y pistolas, o si puedes pero solo hasta cierto punto, porque hay demasiada libertad.

También nos dice que es optimista que la gente tenga conciencia de lo que está sucediendo. Según un estudio de Harvard, más del 70% de las personas justo antes de las elecciones sentía que no había ninguna elección que las involucrara, lo que estaba sucediendo era un tipo de juego entre personas ricas, líderes de partido y la industria de las relaciones públicas, quienes diseñan a los candidatos para decir ciertas cosas y hacer ciertos gestos.

Robert Anton Wilson remata diciendo que no existen la homogeneidad dentro de las conspiraciones: "el gobierno no confía en el pueblo y luego se preguntan por qué las personas no confían en el gobierno; bueno, las personas no confían en el gobierno porque saben que el gobierno las está espiando. El otro día supe que habían 200 mil abogados trabajando para el gobierno: sabes el daño que te puede hacer un solo abogado".

La madeja sigue en uno de los temas más fascinantes de nuestro mundo.

Complementamos con Hakim Bey:

«The problem with conspiracy theory is to believe that there is one particular group of human beings who are in control of my destiny. That’s a philosophical extreme to which I don’t wanna go. On the other side it’s obvious that people do conspire. That there are conspiracies, secret forces behind outward political shows of power. It is clear that there is not one single known politician in America who has any real power at all. They are simply working for big corporations and economic interests like oil, or the global market itself. The best model is, that there are many, at least several conspiracies and that they interlock, that they compete, that they melt into each other, that they separate from each other. If we wanna know what’s going on, if we wanna understand history as it is happening we should know something about these conspiracies. Again critical consciousness is a useful tool here».