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Escáneres de cuerpo completo y la pornografía infantil: un dilema de seguridad en la Gran Bretaña

Sociedad

Por: Jimena O. - 01/05/2010

De acuerdo con el diario inglés The Guardian, la rápida introducción de los escáneres de cuerpo completo en los aeropuertos británicos como resultado del incremento de la seguridad a raíz del intento de atentado a un avión que volaba a los Estados Unidos el pasado 25 de diciembre, amenaza con violar la leyes de protección a la infancia en el Reino Unido
backscatter-400x331 De acuerdo con el diario inglés The Guardian, la rápida introducción de los escáneres de cuerpo completo en los aeropuertos británicos como resultado del incremento de la seguridad a raíz del intento de atentado a un avión que volaba a los Estados Unidos el pasado 25 de diciembre, amenaza con violar la leyes de protección a la infancia en el Reino Unido ya que prohíben la creación de imágenes indecentes de niños. Los grupos de activistas sobre la privacidad argumentan que las imágenes creadas por las máquinas son tan gráficas que equivalen a un "virtual strip-searching" y han pedido salvaguardias para proteger la privacidad de los pasajeros involucrados. Los ministros ingleses se enfrentan ahora a tener que eximir a menores de 18 años de los escáneres o enfrentar los retrasos que implica la introducción de nueva legislación para asegurar que el personal de seguridad del aeropuerto no cometa los delitos previstos en las leyes sobre pornografía infantil. También se enfrentan a las demandas de los grupos a favor de la libertades civiles y las salvaguardas para garantizar que las imágenes de los escáneres no terminen en Internet, incluidas las celebridades. Simon Davies, de Privacy International, dijo que era escéptico de las garantías de privacidad que se utiliza en los Estados Unidos. Aunque el sistema norteamericano insiste en la supresión de las imágenes, y que creía que las exploraciones de famosos o de personas con perfiles de cuerpo extraño o extravagante serían una "atracción irresistible" para algunos empleados. Vía The Guardian