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A pesar de ostentar uno de los logros más significativos para la sociedad digital, la creación del correo electrónico, Raymond Tomlinson vive alejado de la fama, el dinero, y el teléfono móvil

Raymond Tomlinson

“Supongo que no calibre la importancia de mi descubrimiento” dice Raymond Tomlinson, con actitud completamente accesible durante una reunión previa a la entrega del Premio Príncipe de Asturias, al que se hizo acreedor en el rubro de Investigación Científica y Tecnológica.

Muy lejos de los web stars de nuestros días, la mayoría de los cuales lleva un estilo de vida bastante tecno hipster viviendo en Silicon Valley o algún otro lugar de California, ofreciendo entrevistas a medios como Wired y algunos de los blogs más populares de la red, y sobre todo facturando considerables cantidades de dinero, Raymond Tomlinson, el creador del correo electrónico, ha optado por un estilo de vida distinto.

Residente de Massachusets, donde dedica buena parte de su tiempo a la noble crianza de ovejas, Tomlinson confiesa ser hasta cierto punto un ludita (opositor a las tecnologías que sustituyen el trabajo humano), y entre otras cosas ha declarado no poseer un teléfono móvil. El también conocido como el papá de la arroba (@), ya que utilizó este símbolo tipográfico para representar el catalizador que organizaría la correspondencia digital de nuestros días.

Como cualquier otro mortal se declara víctima del spam, y en lo personal asegura que le disgusta la poca educación que se emplea en la comunicación vía e-mail. Tomlinson no recuerda la fecha exacta en la que “inventó” el hoy indispensable correo electrónico pero asegura que fue entre la segunda mitad del año 1971 y enero de 1972. Por ahora la principal preocupación de este modesto personaje es idear el cómo cruzar especies de ovejas europeas con americanas.

Via El País