En su versión live action, «Cómo entrenar a tu dragón» incluye a talentos con discapacidad visual en el doblaje
AlterCultura
Por: Carolina De La Torre - 05/15/2025
Por: Carolina De La Torre - 05/15/2025
Cómo entrenar a tu dragón regresa en forma de live action (13 de junio) y aunque la nostalgia es parte del gancho, el verdadero giro está detrás del micrófono: por primera vez, Universal Pictures integró a personas con discapacidad visual en el proceso de doblaje de una gran producción. No como un acto simbólico, sino como una apuesta concreta y profesional por la inclusión real.
Durante el evento de presentación, las voces de Irma Aguilera, Marco Martínez, Axel Villalva y Ángel González no solo resonaron en el tráiler de la cinta, sino también en una conversación necesaria: la de hacer del cine un espacio donde la diversidad no sea solo un eslogan.
Irma, actriz con años de experiencia en teatro sensorial, habló con claridad: “Agradezco la confianza que pusieron en nosotros. Es una energía que se siente”. Al preguntarle si cambiaría algo, su respuesta fue directa: “Haría un llamado para que no se nos tenga miedo. Somos humanos como cualquier otro. Tenemos sensibilidad, y los otros sentidos”.
Marco, con una sólida trayectoria escénica, destacó el profesionalismo del equipo técnico y cómo eso hizo que el proceso fuera fluido y disfrutable: “El ambiente fue divertido, nos acompañaron con experiencia. Para nosotros, esta fue una gran y disfrutable oportunidad para crecer en el mundo del doblaje”.
Axel, quien ya había trabajado en doblaje para series como Virgin River, señaló que este paso de Universal es un precedente: “Nunca antes había habido personas con discapacidad visual haciendo doblaje, o no que yo sepa”. Por su parte, Ángel comentó que espera que más directores y productores noten que la discapacidad no es una barrera.
Detrás del proyecto, el director de doblaje Pepe Toño Macías —referente en la industria por su trabajo en personajes como Deadpool o Capitán América—ofreció una dirección empática, sensible y profundamente humana. Las y los actores coincidieron: hubo cuidado, profesionalismo, respeto y una gran guía. No se trató de una concesión, sino de un trabajo hecho con el mismo rigor y con una convicción clara: todos y todas tienen derecho a contar historias.
Pepe Toño, mencionó que para elegir a los actores principales, Itzel Mendoza (Astrid) e Ignacio Ortuondo (Hipo), se buscó que su personalidad dejará huella en el personaje: pues siempre hay un rastro del actor en el personaje. Eso es inevitable, y es lo que lo vuelve tangible.
Y se nota. Itzel confesó sentirse profundamente identificada con Astrid, no solo por su fuerza sino por su capacidad de cambiar. Ignacio también habló desde la entraña: “Hipo es ese chico distinto, con miedo, pero que se atreve. Me vi ahí”.
Durante la presentación, Pepe Toño Macías también compartió una reflexión sobre el trasfondo de Cómo entrenar a tu dragón: habló de cómo Hipo nos hace ver que incluso los dragones —esas criaturas fantásticas que solemos temer— también sienten miedo, y que, en realidad, los humanos no han sido ajenos a la violencia. También nosotros hemos atacado. Esta lectura cobra relevancia al recordar que, aunque se trate de una película con tintes “infantiles”, muchas veces es en esas historias aparentemente simples donde se alojan las preguntas más profundas. Cómo entrenar a tu dragón no solo trata sobre aceptar al otro, sino sobre reconocer los miedos que nos habitan como especie, y cuestionar el lugar de superioridad desde el cual solemos mirar lo desconocido.
Desde Universal, directivos explicaron que el proceso de inclusión arrancó desde la búsqueda de nuevos talentos en México, trasladando el universo de Cómo Entrenar a tu Dragón a una realidad diversa y desafiante: “El doblaje es un arte en sí mismo. El reto fue entender las formas particulares en las que ese talento se expresa, y permitir que lo emocional sea el hilo conductor”.
Y se logró. Las personas con discapacidad visual que participaron se mostraron visiblemeUniversalnte emocionadas y orgullosas de mostrar lo capaces que son. Lo dijeron sin adornos: el verdadero obstáculo muchas veces no es la ceguera, sino el estigma que la sociedad coloca por delante.
El cine inclusivo no empieza en pantalla. Empieza en la preproducción, en quién se sienta en la sala de casting, en quién recibe el llamado. Esta vez, Universal abrió sus puertas a una nueva forma de ver y de hacer. Y eso, aunque no se vea, se escucha.