Cómo entrarle a la música balcánica: una guía sonora para el cuerpo y el alma
AlterCultura
Por: Yael Zárate Quezada - 04/30/2025
Por: Yael Zárate Quezada - 04/30/2025
Poca música en el mundo tiene la capacidad de encender los sentidos como lo hace la música balcánica. Su mezcla de herencia folclórica, la capacidad vocal de sus interpretes y arreglos instrumentales que rompen con todo lo que se espera en un momento de cada canción ha convertido a este género en un terreno fértil para lograr una catarsis colectiva. Si bien se origina en una región marcada por una historia compleja —los Balcanes, al sureste de Europa—, su sonido ha trascendido fronteras y décadas, encontrando eco en fiestas callejeras, festivales underground y pistas de baile globales.
Los Balcanes se extienden por países como Serbia, Rumania, Bosnia, Macedonia, Bulgaria, Turquía, Grecia y Albania, cada uno con sus propias raíces musicales. La gaita, el acordeón, el violín, la flauta y la darbuka son protagonistas en esta geografía sonora. Esta música se canta y se baila con el cuerpo entero, y ha sido históricamente vehículo de expresión tanto para la celebración como para la resistencia, como la famosa canción de Bella Ciao que se popularizó más aún con la serie de La casa de papel.
Aunque sus orígenes son antiguos, la música balcánica ha tenido picos de popularidad muy marcados. En los años 80, el pop-folk comenzó a fusionar el folclore local con sonidos occidentales como el rock y el pop. En los 90, durante el contexto social convulso de las guerras yugoslavas, surgió el turbo-folk, una propuesta potente y polémica que dominó la región. Más recientemente, la escena electrónica ha revivido el sonido balcánico desde varias trincheras underground y han logrado llevar estos ritmos a nuevos públicos.
Sin duda, uno de los nombres más emblemáticos del sonido balcánico moderno. Bregović combina brass bands tradicionales con arreglos de rock y música clásica, dando como resultado un sonido festivo y épico que ha conquistado escenarios de todo el mundo. Sus conciertos son rituales colectivos donde se mezclan la euforia y la nostalgia.
Además de ser un premiado cineasta, Kusturica lidera la banda The No Smoking Orchestra, donde canaliza su visión creativa en canciones llenas de humor, ironía y caos organizado. Sus composiciones suelen acompañar sus películas, lo que ofrece una dimensión sonora al universo cultural de los Balcanes.
Aunque radicados en Nueva York, esta banda liderada por el carismático Eugene Hütz está profundamente influenciada por la música gitana del este europeo. Su estilo, conocido como gypsy punk, mezcla violines, guitarras y mucha actitud, ideal para quien busca un acercamiento energético y rebelde.
Pionero en mezclar los ritmos balcánicos con música electrónica, Shantel ha sido clave en el renacimiento del género dentro de la escena dance europea. Su proyecto Bucovina Club fusiona el folclor con beats modernos, creando un estilo ideal para bailar toda la noche con sabor a tradición.
Exintegrante de la banda Miligram y con fuertes raíces en la música tradicional serbia, Ademović representa la continuación del turbo-folk en clave contemporánea. Su trabajo como solista ha mantenido viva la llama del género, con una voz potente y arreglos que respetan la tradición.
Este proyecto mexicano demuestra que la música balcánica también puede florecer lejos de su tierra natal. La Sonora Balkanera mezcla cumbia, ska y electrónica con sonidos de Europa del Este, generando una fusión mestiza y bailable que ha seducido a audiencias de América Latina.
Desde Cataluña, esta orquesta multicultural interpreta música tradicional de los Balcanes, el klezmer y el Mediterráneo oriental con una sensibilidad contemporánea. Con una instrumentación virtuosa y vocalistas que hipnotizan, la BGKO es todo un viaje auditivo que respeta la esencia del género mientras lo reinventa.
Quien busca una experiencia muy diferente a la música convencional de este lado del mundo, la música balcánica es una gran opción para abrir una puerta a una cultura rica, compleja y profundamente emocional con sonidos únicos y voces poderosas. ¡Opa!