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Relajándose en la profundidad: las ideas de David Lynch sobre la creatividad

Arte

Por: Luis Alberto Hara - 01/18/2025

La meditación y el enfrentamiento con el inconsciente son poderosas herramientas creativas.

El recientemente fallecido David Lynch era conocido por su estilo narrativo enigmático y profundamente simbólico que refleja una creatividad inagotable y una capacidad de nadar en aguas profundas y extraer peces grandes y raros. Lynch atribuyó a la práctica de la meditación la clave de su proceso creativo. En su libro Catching the Big Fish, utiliza la metáfora de la pesca para explicar cómo las ideas creativas surgen desde las profundidades del inconsciente: "Si deseas atrapar peces grandes, debes aventurarte a aguas profundas".

Para Lynch, la meditación es una herramienta que "desnuebla" la mente, disipando la negatividad y permitiendo una percepción más clara y expansiva de las ideas. Este estado mental, similar al que la Dra. Nancy Andreasen asocia con el pensamiento aleatorio silencioso episódico (REST), fomenta una conexión directa con el inconsciente, desbloqueando memorias y asociaciones que usualmente permanecen reprimidas o inactivas. Este flujo de ideas es esencial en los momentos de "inspiración" o epifanías, que Lynch considera fundamentales para su arte.

La relación entre creatividad y meditación no solo está presente en la experiencia de Lynch, sino que también tiene un paralelo con teorías como las de Rupert Sheldrake, quien plantea la existencia de un campo morfogenético o memoria colectiva. Este campo podría explicar cómo los grandes creadores, desde Einstein hasta Mozart, parecen "sintonizar" con un conocimiento más allá de lo cognitivo. Lynch sugiere que la meditación es una vía para acceder a esta dimensión, llevando al individuo a un estado de claridad y conexión con la totalidad.

Más allá de sus beneficios personales, Lynch ha abogado por la incorporación de la meditación trascendental en contextos educativos. A través de su fundación, la David Lynch Foundation for Consciousness-Based Education and Peace, ha promovido programas que enseñan meditación a niños y jóvenes. Según Lynch, esta práctica no solo fomenta la creatividad, sino que también ayuda a los estudiantes a manejar el estrés, mejorar su concentración y desarrollar un sentido de paz interior.

Este contraste entre la serenidad de la meditación y las narrativas oscuras y estrambóticas de sus películas refleja la complejidad de la mente humana: la coexistencia de caos y orden, de oscuridad y luz. Para Lynch, la meditación permite aceptar estas dualidades sin resistencias, logrando una integración que se traduce en paz y claridad.

En última instancia, Lynch sostiene que la meditación conduce a un estado de unidad, donde se perciben todas las cosas, buenas y malas, desde una perspectiva de aceptación y armonía. Este estado no solo es el más radiante al que puede aspirar un ser humano, sino también el más fértil para la creatividad. En palabras del propio Lynch: "Cuando meditas, entras en contacto con la naturaleza misma de la creación". Este es el principio fundamental detrás de su visión: una creatividad que no solo surge del inconsciente, sino que también se alimenta de la conexión con algo más grande, una fuente universal de ideas y posibilidades.