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Tras la muerte de Isabel II, Carlos y Guillermo reciben herencias millonarias sin pagar un solo impuesto por ello

Sociedad

Por: José Robles - 09/14/2022

¿Por qué ni Carlos ni Guillermo están obligados a pagar impuestos a la herencia, como sí ocurre con el resto de las personas en el Reino Unido?

Con la muerte de Isabel II, reina del Reino Unido, su hijo Carlos, príncipe heredero hasta entonces, accedió al trono de Inglaterra, lo cual lo llevó a heredar una fortuna verdaderamente cuantiosa, consistente en bienes inmuebles, fondos de inversión y otras propiedades.

De acuerdo con información publicada sobre el tema, el valor del “portafolios privado” de bienes de la reina se estimaba en cerca de 949 millones de dólares al momento de su fallecimiento, los cuales se sumarán íntegros a los casi 1.4 mil millones de dólares de la fortuna personal de Carlos, lograda casi exclusivamente a través de sus inversiones en el Ducado de Cornualles, una propiedad de 55 000 hectáreas localizada en el extremo sur de Gran Bretaña, creado por la Corona inglesa en el año 1337 para asegurarle medios de sustento al príncipe heredero y el cual, gracias al marcado interés de Carlos por el dinero, genera a la fecha millones de dólares de ganancias cada año, pues consta de superficies de cultivo, campos de cricket, estancias para vacacionistas en la costa y otras atracciones.

De hecho, ahora que Carlos se convirtió en rey del Reino Unido, su hijo Guillermo heredó el Ducado, en tanto nuevo príncipe heredero. 

Sin embargo, algunas cosas han cambiado desde la Edad Media hasta nuestros días, no sólo el aspecto del Ducado o las propiedades de las que se obtiene su renta. A lo largo de la historia surgió un impuesto a las herencias, el cual, en el Reino Unido, es del 40% sobre el valor de las propiedades heredadas. Es decir, siempre que una persona adquiere posesión de bienes que le fueron heredados o cuya propiedad reclamó y obtuvo legalmente, el gobierno inglés pide a cambio el pago de un impuesto para que la persona pueda gozar y beneficiarse de dicha herencia.

No así en el caso de la familia real. Tanto Carlos como Guillermo entraron en posesión de las herencias mencionadas sin estar obligados a pagar un solo chelín al fisco inglés. En el caso de Carlos, la herencia de su madre, el portafolios privado con valor de 949 millones de dólares y, en el caso de Guillermo, el Ducado de Cornualles, por ser el príncipe heredero, que su padre dejó en un valor estimado de 1.2 mil millones de dólares

¿Por qué ni Carlos ni Guillermo tienen que pagar impuestos por esa herencia, como sí ocurre con el resto de las personas en el Reino Unido? Al parecer, porque una ley emitida en la Edad Media hace casi setecientos años así lo dispone.

A propósito cabe recordar que Thomas Piketty, el insigne economista francés que ha convertido la desigualdad económica en su principal tema de investigación, sostiene que el impuesto a las herencias es una de las medidas indispensables a tomar para lograr una mejor distribución de la riqueza y por ende mayor igualdad social. En el caso de herencias con valor superior a los dos millones de euros, Piketty aconseja una tasa de gravamen nada menos que del 90%.

Si ese fuera el escenario para las fortunas heredadas de Carlos y Guillermo, estas se reducirían cuantiosamente, pero aun así serían enormemente superiores a la riqueza del común de la población. 

Acaso la siguiente pregunta es: ¿por qué esas personas parecen no ser capaces de vivir incluso con ese nivel de riqueza?


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Imagen de portada: Getty Images