*

¿Qué tanto sabes sobre los "shrooms"? Conoce estos 4 fascinantes datos sobre los hongos alucinógenos

AlterCultura

Por: Jimena O. - 01/29/2018

Por ejemplo, los hongos muscimol inspiraron a los chamanes siberianos en la leyenda de Santa Claus, sus elfos mágicos y renos voladores

Desde hace un poco más de 2 mil millones de años los hongos han formado parte base de la biodiversidad del planeta, dándonos pistas sobre cómo fue la historia antes de nosotros e integrándose a cada cultura o civilización humana en la que se dieron a conocer. Actualmente se sabe que existieron hongos de 1m de altura, otros que provocaron una peste que acabó con 40 mil personas, y unos cuantos que se consideran superalimentos pues brindan una amplia gama de nutrientes. Así mismo, nos encontramos con los “hongos mágicos” o "shrooms" en lenguaje coloquial inglés, aquellos que poseen propiedades psicodélicas y se convirtieron en un objeto de culto para numerosas culturas chamánicas. Sin embargo, estos últimos continúan cargando un halo de misterio; ¿qué podemos saber de ellos ahora?

 

– En la actualidad se sabe que existen 2 tipos básicos de hongos mágicos, pero más de 200 especies diferentes

Los primeros, los alucinógenos, poseen 180 especies que se encuentran en cada continente salvo en la Antártida y son reconocidos por contener psiolocibina y psilocina. Los segundos, los hongos muscimoles, son un grupo mucho más reducido pero rico en historia de uso religioso. Un ejemplo típico de estos últimos son los Amanita muscaria, como la A. pantherina, cuyas propiedades poseen el ácido ibuténico y muscimol. Sin embargo, de acuerdo con los especialistas botánicos, consumir los hongos muscimol equivocados puede provocar una intoxicación peligrosa; ejemplos de éstos son el Amanita phalloides o el A. ocreata.

 

– Los hongos mágicos fueron la fuente de inspiración de la historia de Santa Claus (o Papá Noel)

De acuerdo con una teoría, los hongos muscimol inspiraron a los chamanes siberianos en la leyenda de Santa Claus, sus elfos mágicos y renos voladores. Así, y desde tiempos anteriores al siglo XV, los chamanes de la región se encargaron de distribuir esta historia para estar en comunión con el espíritu del mundo. Además, y según la información recolectada por el antropólogo John Rush, estos chamanes solían dar los "shrooms" como regalos en la última temporada de diciembre, entregándolos en las casas a través de las chimeneas debido a los altos niveles de nieve. En palabras de Rush: 

Estas prácticas chamánicas o cléricas solían conectar con viejas tradiciones relacionadas con el Amanita muscaria, los secaban y los daban como regalos durante el solsticio de invierno. Y dado que la nieve bloqueaba las puertas, solía haber una ranura en los techos por donde las personas entraban y salían, y de ahí el cuento de la chimenea.

 – La psilocibina parece reorganizar brevemente el cerebro

Los estudios han demostrado que la psilocibina se une a los receptores cerebrales para la serotonina, resultando en numerosas alteraciones sensoriales y otros efectos. Por ejemplo, con el consumo de psilocibina el cerebro experimenta cambios en la actividad de diferentes regiones, desde el hipocampo hasta en el córtex cingular anterior; pero, curiosamente, esta actividad se vuelve menos organizada y más conectada globalmente conforme se incrementa el sentido de sí mismo y un pensamiento más complejo o elevado. Se trata de una estructura cerebral que normalmente no existe, pero que permite un estado de plena conciencia.

 

– También permite “disolver” temporalmente el ego

Hay quienes reportan que al consumir los famosos shrooms han percibido perder su sentido de Self, como si se disolviera su ego y eso permitiera sanar ciertas heridas psíquicas. Para Philip Gerrans, profesor de filosofía en la Universidad de Adelaide: 

Esta ‘disolución del ego’ resulta en un momento de plena conciencia en proceso de expansión, un sentimiento en donde la mente se pone en contacto mucho más directo e intenso con el mundo. Y mediante esta experiencia, es posible reestructurar los mecanismos del self, el cual a su vez puede cambiar la percepción del mundo. El profundo sentido de la conexión producida por esta experiencia tiene el potencial de curar a las personas que sufren de ansiedad, depresión y otras formas de adicción.