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Dos pensamientos que la mayoría piensa diario y que debes evitar para no programar negativamente tu día

Salud

Por: Luis Alberto Hara - 12/13/2017

Muchas personas piensan esto al empezar su día y los marca

El cerebro humano es como una computadora cuyos programas  -prejuicios, ideas, creencias, emociones, etc.- construyen una realidad inmersiva todos los días. El psicólogo de Harvard, William James, una de las mentes más brillantes del fin de siglo XIX, notó que la definición más básica y precisa de la realidad es que: real es aquello a lo que le pongo atención. Algo que debemos de tener en mente conforme a lo que veremos en este artículo.

Un estudio científico de hace un par de años del Colorado College, notó que cuando las personas son convencidas de que durmieron bien -aunque en realidad no lo hayan hecho- pueden realizar pruebas cognitivas como si estuvieran frescos y descansados. Cuando las participantes creen que durmieron mal, sus resultados son malos. En otras palabras, también hay una parte de placebo en el sueño.

Esto es digno de tenerse en cuenta, puesto que, como señala este artículo en la revista Thrive Global, hay dos pensamientos que casi todos pensamos diario. Aunque pensemos que no tenemos un ritual matutino, sí lo tenemos. Es decir:

1. No dormí lo suficiente.

2. No tengo suficiente tiempo.

Estos son síntomas de la vida moderna donde estamos llenos estímulos y de una constante presión para ser productivos. Más allá de que realmente no hayamos dormido bien o de que no tengamos suficiente tiempo para hacer todo lo que queremos, el decirlo diario y quejarnos, marca importantemente nuestra jornada y en general nuestra actitud en la vida. Nos brinda un sentido de ser inadecuados, de carencia y también una excusa para nuestra infelicidad o fracaso.

Estos pensamientos -u otros cómo "otra vez me siento mal, estoy enfermo"- consumen nuestros recursos. La atención y el pensamiento son recursos finitos. Un ejemplo: busca en tu habitación todas las cosas que sean azules y obsérvalas por 15 segundos. Luego cierra los ojos y visualizado todo lo rojo que vistes. Notarás probablemente que no recuerdas tantas cosas rojas. El cerebro necesita descartar numerosos estímulos e información para concentrarse en lo que cree que es importante. Tu les dices al cerebro en qué enfocarse, a qué prestarle atención y, si todo el tiempo corres el programa de que te sientes mal, eso es lo que estará buscando y notando.