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Resultados del censo en Burning Man muestran que la mayoría de los asistentes son hombres blancos, educados y con altos ingresos, que se consideran espirituales pero no religiosos

El festival Burning Man, que en tiempos recientes ha generado gran atracción mediática, tiene entre sus principios básicos ser "radicalmente incluyente". Sin embargo, un censo realizado en la ciudad efímera que se forma en el desierto de Nevada, Black Rock City, muestra que los asistentes a este festival tienen una demografía similar al estado de Massachusetts, uno de los estados más ricos, blancos y educados de Estados Unidos.   

En años recientes el festival se ha vuelto enormemente popular entre multimillonarios de Silicon Valley y jóvenes jetsetters, lo cual ha generado ciertas críticas, sugiriendo que el festival ha perdido su espíritu contracultural y se ha convertido en una experiencia elitista (muchos de los asistentes viajan con chefs, masajistas, sirvientes y demás). Para unas 70 mil personas, cada año este festival es una especie de rito de iniciación, fiesta, arte, autoexpresión, autosustentabilidad, drogas y experiencias transformadoras. Actualmente, se ha convertido también en parte esencial de la cultura de Silicon Valley.

Del censo realizado por investigadores en Black Rock City se puede decir que el "burner" promedio es un hombre blanco, con educación universitaria, con ingresos de casi 100 mil dólares al año, que se considera espiritual pero no religioso. Casi el 80% de los asistentes son blancos y sólo el 1.1% negros, algo que claramente no refleja la realidad demográfica de Estados Unidos.

Algunos resultados de los años anteriores agrupados:

Con información de Quartz

Checa el censo completo del 2013 al 2016