*

Según los datos recolectados, Zealandia formó parte de Australia hace 60 u 80 millones de años. Esta posible evidencia científica podría otorgarle o quitarle el título de continente

La existencia de seis continentes (americano, europeo, africano, asiático, antártico y oceánico) marcó gran parte del programa académico de la educación primaria. Sin embargo, de acuerdo con  múltiples modelos y recientes investigaciones, la cantidad de continentes en el planeta es variada, es decir que, según qué sistema se retome, el planeta puede contar con cuatro, cinco, seis, siete u ocho continentes.

De hecho, el descubrimiento de un octavo continente fue realmente reciente. Los geólogos, tras pasar 2 meses recolectando muestras durante el 2017, confirmaron la existencia de este continente, al que llamaron Zealandia. Se trata de un terreno de 4.9 millones de kilómetros, cuyos puntos álgidos y más visibles son Nueva Zelanda y Nueva Caledonia, mientras que el resto, que corresponde a un 94% de su extensión, se encuentra en las profundidades del océano Pacífico.

Los 30 científicos –de 12 nacionalidades diferentes– encargados del proyecto realizaron una expedición marina usando un buque exclusivo para fines científicos y de investigación. Los resultados deslumbraron un ápice de la prehistoria de la Tierra: ahí, a 1,219m por debajo de la superficie acuática, se halla una amalgama de procesos geológicos de más de 70 millones de años de antigüedad. De hecho, los suelos de este continente son “una máquina de tiempo que nos permite ir más allá en el tiempo”, pues es la primera vez que antiguas avalanchas marinas pueden brindar información sobre cómo las rocas se forjaron en el inicio.

Según los datos recolectados, Zealandia formó parte de Australia hace 60 u 80 millones de años. Esta posible evidencia científica podría otorgarle o quitarle el título de continente pues, de acuerdo con Michael Scotese, geólogo de la Universidad del Noroeste, se trata de un espacio continental, mas no un continente: “Se parece al caso entre Australia, Norte América y Groelandia, y África y Magadascar”.

Sin embargo, pese a la resistencia de condecorarlo como continente, los geólogos afirman la presencia de más de 8 mil fósiles de cientos de diferentes especies que habitaron en Zealandia antes de que esta quedara sumergida en las oscuras aguas. El análisis de estos fósiles permitirá el descubrimiento de las antiguas condiciones de la región y, de alguna manera, dar un espejeo sobre las diferentes etapas del planeta. Por ahora se sabe que, gracias a una serie de conchas microscópicas de organismos que vivieron en mares turbios y polen de tierras verdes, que tanto la geografía como el clima de este posible continente quizá fuese similar a un Edén y fungiese como un puente entre continentes.

Actualmente el argumento más fuerte a favor de la existencia de Zealandia no es sólo la exploración marina, sino también mapas satelitales a partir del campo gravitacional terrestre. Éstos muestran cómo Zealandia posee una estructura geológica única, formando una corteza continental más que de rocas volcánicas.