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En la era del porno, mensajes como este de James Franco llevan la discusión a planos más importantes

El porno es un fenómeno polémico. Si bien en algún momento el dilema era sobre todo moral (y lleno de tabúes), luego a esta disyuntiva se unieron los argumentos neomísticos (en contra de la masturbació) o metafísicos (sugiriendo frecuencias bajas alrededor de esta práctica) también tenemos, por ejemplo, la indignación feminista alrededor de la "objetificación" de la mujer y su cuerpo. Pero un punto que pocos tocan en la discusión son las condiciones laborales y psicológicas de cientos de miles de mujeres que participan en esta industria alrededor del mundo.

Aunque muchos lo ignoremos, y muchos más queramos ignorarlo, en alguna medida la industria del porno, y obviamente de la prostitución, tienen una estrecha relación con la trata de blancas y el mercado de personas, por ejemplo. Las mujeres que no viven algo así, se enfrentan, al menos en su gran mayoría, con condiciones denigrantes y están en posiciones muy vulnerables. 

Cuando a James Franco, actor que además protagonizará una serie sobre la industria de la pornografía, le preguntaron sobre el porno, fue claro al sentenciar que él no consume jamás porno por una convicción ética:

No tengo ninguna oposición moralista contra esto (el porno), pero en un capitalismo no regulado siempre existen unas cuantas personas que de alguna manera terminan en la cima mientras el resto son simplemente arrojados abajo del camión. 

[...] Creo que lo que más se me quedó de esa película (el documental Hot Girls Wanted) es que estas niñas están completamente desprotegidas. 

Así que la próxima vez que veas porno considera que más allá de su potencial "pecaminoso", de que vaya a entorpecer tus habilidades tánicas o de expansión de conciencia, o que sea una afrenta ideológica contra la mujer, quizá puedas añadir a la danza psicocultural que quizá del otro lado no se la están pasando tan bien o que incluso son uno más de los deshechos de un sistema económico y social diseñado miserablemente.