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Si quieres transformar tu realidad comienza por cambiar tus hábitos.

La búsqueda de la felicidad, lo que sea que esto signifique para cada uno de nosotros, sin duda es algo que debe trabajarse. En especial si consideramos que vivimos en una era en la que nos encontramos asediados por cientos de estímulos e inercias mentales que, lamentamos decirte, seguramente no nos llevarán a alcanzar estados como la plenitud, la felicidad o, mucho menos, la tranquilidad.

Así que, considerando lo anterior, todo indica que debemos rediseñado individualmente nuestras respectivas realidades, una misión que bien podría comenzar por cambiar varios de los hábitos que atentan contra tu bienestar y que, tristemente, son hoy quizá más populares que nunca. Una vez que tomes control consciente sobre tus hábitos, tendrás ya completado una buena parte del trabajo personal que te corresponde. 

Para orientar o inspirar la misión, te compartimos algunos de los hábitos que, estadísticamente, es muy probable que formen parte de tu vida y los cuales deberías erradicar inmediatamente... tu vida te lo va a agradecer:

Deja de buscar respuestas trascendentales en discursos autosuperacionales

Ningún artículo de internet (por ejemplo este), fórmula, dogma o consejo te va a resolver la vida. El trabajo es de cada quien.

Deja de creer que eres el centro del universo

Este es uno de los hábitos mentales más comunes, y nocivos, entre nosotros. Esta creencia no solo alimenta el ego, también es combustible puro para el drama y la intrascendencia. 

Deja las pantallas y reconectate con la naturaleza

Ningún contexto o aliado más confiable para desarrollarte, ningún libro, película o filosofía, mejor que la naturaleza. 

Deja de quejarte

Quejarte solo puede ser válido si paralelamente estás tomando acciones para cambiar aquello de lo que te quejas. En pocas palabras, si te quieres quejar, gánate el derecho actuando al respecto. 

Deja de gastar tiempo en gente negativa

las relaciones sociales pueden ser lo mejor o lo pero que pasa en tu vida. Sé selectivo/a, elige con quién pasar tu tiempo de acuerdo a los aportes genuinos que se dan mutuamente.