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Evo Morales propone cambiar a calendario ancestral de 13 meses y 20 días

AlterCultura

Por: Jimena O. - 02/15/2017

Un calendario originario fortalecería nuestra sintonía con la naturaleza y la conexión con nuestras raíces culturales

El calendario, más allá de guiar la temporalidad de una cultura, define buena parte de su relación con la naturaleza y, en un sentido más amplio, con el universo. Aquellas culturas que han mantenido una relación más estrecha con la naturaleza tienen sistemas de calendarios que responden con precisión a estos ciclos y ritmos. Al calendario gregoriano, adoptado en 1582, se le acusa de no resonar con los ciclos naturales (de ahí que haya meses de 28, 30 o 31 días, cuando en cambio los ritmos naturales son siempre simétricos). 

Evo Morales, mandatario boliviano de origen aymara, ha estado pujando por que se reemplace el calendario gregoriano que rige a Occidente (y por ende, la globalización) por sistemas calendáricos de los pueblos originarios, los cuales, independientemente de sus variaciones, tienen como eje los ciclos lunares de 28 días, siempre fijos y sucesivos. Por eso, Morales propuso adoptar un calendario de 13 meses de 28 días, que suman 364 días (más un día cero o "fuera del tiempo"), con lo cual los meses se rigen por la Luna pero la suma del ciclo está también en sintonía con el Sol. 

Además de acercarnos más al tempo natural, con todas las implicaciones prácticas e intangibles de esto, revivir los calendarios originarios refuerza un sentido de recolección con las raíces culturales de los pueblos de América o, dicho en palabras de Morales: "Es por eso que proyectamos la recuperación de los calendarios ancestrales como parte del proceso de reconstitución de nuestra identidad y la recuperación de nuestra fuerza". 

Esta iniciativa del presidente de Bolivia, que hizo pública durante la celebración del pasado solsticio invernal (que en el hemisferio sur ocurre el 21 de junio), hace eco de propuestas similares, por ejemplo el movimiento encabezado por José Argüelles, quien promovió incansablemente el uso de un calendario de 13 lunas inspirado en los sistemas calendáricos de los mayas.