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El trabajo fotográfico de Margarita Kareva, originaria de Ekaterimburgo, en Rusia, retoma cuentos de hadas típicos de la región

Retomar las costumbres del lugar de nacimiento es siempre una fuente de inspiración que puede traducirse en arte. Se trata de un proceso que requiere no sólo de una investigación rigurosa sino también de una evolución psicoespiritual que facilita poner en pinturas, textos o fotografías aquello que planeamos transmitir. 

 

Es decir que, de alguna manera, el arte enfocado en el folclor de cualquier país implica revivir las creencias, ideologías, costumbres y tradiciones de una región, las cuales dieron estructura psicosocial a toda una sociedad actual. 

 

En el caso del trabajo fotográfico de Margarita Kareva, originaria de Ekaterimburgo, en Rusia, se trata de retomar cuentos de hadas típicos de la región, de modo que usando en las fotos modelos inusuales, animales y una combinación de colores, realiza un shooting que recuerda a la magia única de lo esplendoroso.