Por esto llamaron a William Mortensen el “Anticristo” de la fotografía
Arte
Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 01/23/2017
Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 01/23/2017
Como en otras artes, en la historia de la fotografía también existe un capítulo que bien podría encontrarse en los anaqueles de lo prohibido y lo censurado. Una zona en la que se encuentran fotógrafos transgresores, problemáticos, heterodoxos, artistas que supieron encontrar lo sublime y lo bello no en lo luminoso, sino en la oscuridad; no en la jovialidad de la vida, sino en su decadencia; no en aquello que todos celebran, sino justamente ahí donde la mayoría opta por retirar la vista.
En ese territorio, pocos fotógrafos tan destacados como William Mortensen, un artista del lente a quien su colega Ansel Adams llegó a llamar “el Diablo” y “el Anticristo” de la fotografía, títulos en correspondencia con su sombría inclinación por motivos visuales fuera de la norma.
Mortensen desarrolló su obra entre 1930 y 1960, 3 décadas de labor en las que además de las características mencionadas se apegó al llamado “pictorialismo”, en el cual los recursos de la fotografía (enfoque, exposición, luminosidad, revelado, etc.) se explotaban lo más posible para lograr una “imagen dentro de la imagen” o, dicho de otro modo, una expresión más allá de la mera toma, todo esto con el añadido de una filosofía artística cercana al Romanticismo del siglo XIX.
Juana la Loca
La muerte de Hipatia
El pozo y el péndulo
["aquello que nos atemoriza nos atrae inevitablemente, y no podemos retirar la mirada de eso que nos aterroriza" –Mortensen]
L'Amour
Belphegor
[En demonología, Belphegor es uno de los siete príncipes del Infierno, el encargado de hacer que alguien descubra algo, seducido por las riquezas y el trabajo fácil; Mortensen cultivó un amplio interés por el ocultismo, al grado de que llegó a planear una enciclopedia de prácticas demoníacas y de brujería]
El hechicero
En Mortensen, las imágenes resultantes de esta forma de ejercer la fotografía conforman un álbum maldito, un recorrido tétrico por la deformidad, el crimen, la belleza mórbida, el sufrimiento y otras regiones intolerables e incluso odiosas, pero no por ello menos humanas.
El poseído
William Mortensen como Maquiavelo
William Mortensen, autorretrato
Venus y Vulcano
En Pijama Surf: La Universidad de Harvard ofrece gratis este curso en línea de fotografía
En Internet: Monsters and Madonnas: Looking at William Mortensen