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La naturaleza jamás se cansará de regalarnos sorpresas, por ejemplo esta

Cuando el llamado de la libido ocurre se genera algo similar a la erupción de un volcán con insalvable fuerza, o al menos así lo experimenta este mono macaco que habita en los bosques de la isla Yakushima, al sur de Japón.

Un grupo de investigadores franceses que fueron a estudiar la biodiversidad de esa zona se toparon con una singular escena: uno de los monos macacos montaba a uno de los ciervos sika con los que cohabitan el área, y trataba de copular con él. Tras la cometida de sexo interespecies (por cierto fallida, ya que solo logró contacto genital con el lomo) intentó nuevamente su proeza con otro ciervo, el cual no recibió dócilmente el arrojo del primate y se lo sacudió prontamente. 

En los bosques y selvas del mundo ocurren cosas inimaginables, algunas cómicas, otras misteriosas, pero todas tienen un algo de magia.