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Un hombre simple, una historia sencilla: derribando prejuicios con simpatía y música

Se llama Daryl Davis, se dedica a la música en cuerpo y alma tocando el teclado; su hobby principal es entablar amistades con miembros de grupos supremacistas como el Ku Klux Klan.

Así ha pasado los últimos 30 años, viajando de arriba a abajo por todo Estados Unidos para encontrarse con ellos con un sencillo propósito; él no busca convencerlos de abandonar sus movimientos, sólo quiere que contesten esta sencilla pregunta: ¿Cómo pueden odiarme si ni siquiera me conocen?

“Simplemente les doy la oportunidad de conocerme y que me traten de la forma en que quiero ser tratado”.

Dentro de poco se estrenará el documental que sigue la jornada de este héroe de 58 años: Accidental Courtesy: Daryl Davis, Race & America. Aquí un pequeño adelanto:

 

 

Davis dice:

Es hermoso ver cuando se les prende el foco y te llaman para decirte que van a renunciar. Llegan con la conclusión de que esa ideología ya no es para ellos. Muchas veces yo soy el ímpetu para llegar a esa conclusión y estoy muy feliz de que algo positivo haya salido de mis amistades y encuentros con ellos.

También es actor y autor del libro Klan-destine relationships: A Black Man Odyssey in the Ku Klux Klan. Para él, la música ha sido una herramienta fundamental para tender puentes y superar las barreras raciales que ha encontrado. El músico ha tocado junto a figuras como Chuck Berry, Jerry Lee Lewis, Bruce Hornsby y Bill Clinton.