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El pentagrama y sus cualidades psicológicas, o las confesiones de una bruja contemporánea

AlterCultura

Por: Adán de Abajo - 12/13/2016

La imagen del pentagrama nos remite al trabajo espiritual que está haciendo alguien para elaborar un alma o un cuerpo etéreo que sobreviva y perdure más allá de la muerte

El Kybalión acecha al medio-sabio y lo hace hipnotizarse

por la aparente irrealidad de las cosas,

haciendo su conciencia danzar de un lado para otro, como soñando,

viviendo en un mundo de ensueños, ignorando la vida diaria y su trabajo,

pero al final se destrozará contra las rocas,

y se disolverá en los elementos, en razón de su locura...

El Kybalión

 

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Comenzó como un ama de casa común: mamá, cocinera, esposa. Ahí hizo sus primeros sortilegios: curando a su familia, a sus mascotas, sus plantas, preparando guisos y pasteles. Aunque tenía un posgrado en ciencias, en algún momento prefirió dedicarse a su familia.

Descubrió que en la cocina y en la casa había demasiada magia de por sí: en las cocciones, los hervores, los preparados, los postres, la costura, al cuidar a sus hijos, su esposo, su jardín y sus gatos.

Una vena innata suele despertar a algunos chamanes, magos y curanderos, de manera análoga que a los artistas, en ocasiones sin tener un linaje familiar conocido en su genealogía, o sin haber experimentado ningún contacto previo con el mundo mágico a lo largo de la vida. Algunas veces es un llamado, una voz interior clamando, un carisma, como decían los seguidores de Francisco de Asís. Unos pocos siguen su eco, la mayoría hacen caso omiso.

Luego vino su formación en reiki, fue el paso inicial, como quien dice, en su educación mágica. Pero el reiki no era suficiente, no brindaba respuestas, incluso planteaba más preguntas, aunque sí incrementó sobremanera su sensibilidad y le abrió las primeras puertas internas. A partir de sus ejercicios iniciales con la energía de las palmas de las manos con sus pacientes, su curiosidad se extendió aún más: lecturas incansables y viajes por Norteamérica iniciaron. Sus búsquedas la llevaron a descubrir la brujería Wicca, proveniente del norte de Europa, principalmente de las zonas celtas y druidas de la antigua Britania e Irlanda, algo extendida en varios estados de la Unión Americana, a partir de que fuera traída por los primeros colonos irlandeses e ingleses y practicada secreta pero intensamente durante los siglos posteriores. Es sabido que muchos brujos, hechiceros y magos huyeron de la Inquisición en Europa y vinieron a encontrar refugio en América, en Canadá y Estados Unidos, donde continuaron en las sombras ejerciendo sus gustos por lo oculto.

Por varios años, Heron Michelle se adentró, estudió, leyó y experimentó en esta rama de la magia, cuya materia prima son los elementos de la naturaleza, mismos que a su vez se encuentran en el organismo humano: tierra, agua, fuego y aire.

Existe un quinto elemento, el cual es un agregado, que hipotéticamente lograría el mago o brujo tras una ardua labor de preparación: el éter, producto del proceso alquímico desarrollado en el alma del hechicero. De ahí que Michelle tuviera desde entonces una fuerte filiación hacia el pentagrama o pentáculo, como ella lo llama, representante de la fusión de aquellos cuatro elementos de la Madre Naturaleza y el anhelo por germinar el quinto, el etéreo.

 

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Cada uno de los extremos del pentagrama nos sugiere, siguiendo las enseñanzas de Heron Michelle, a su vez los elementos que conforman al universo: tierra, agua, fuego, aire, ubicados en los picos inferiores del pentáculo. En el ángulo superior más extremo se encuentra el éter, la conexión presunta entre el ser humano y los niveles más elevados del universo.

Los dos ángulos inferiores marcarían los primeros niveles de la evolución humana: la tierra y el fuego. Cuando niños es lo primero de nosotros mismos con lo que nos vemos forzados a interactuar: nuestro cuerpo, nuestros impulsos para explorar y manejarnos a nosotros mismos. En la juventud entran las emociones y el intelecto, representados por el aire y el agua, son los dos ángulos intermedios, quienes se encuentran por encima de la tierra y el fuego. Debe aprender a pensarse, a conocerse y controlar las emociones, manifestándolas en el momento, la forma y el lugar adecuados.

Finalmente viene lo que desde la antigüedad se conocía como la "segunda educación", el entrenamiento para desarrollar el quinto elemento, el cual es la semilla de un material que no se encuentra en la dimensión que comúnmente habitamos. Quien lograse hacer germinar aquella semilla, desarrollaría una conexión con planos superiores del ser. La segunda educación suele estar ligada a alguna escuela mágica o esotérica, encargada de ayudar a germinar y canalizar la búsqueda del espíritu.

En pocas palabras, la imagen del pentagrama, según Michelle, nos remite de inmediato al trabajo espiritual que está haciendo alguien, relacionado con las tradiciones mágicas de la Wicca y del hermetismo, para elaborar un alma o un cuerpo etéreo que sobreviva y perdure más allá de la muerte, muy contrario a la creencia cristiana común para la que de antemano todo mundo, aunque no haya hecho jamás ningún tipo de esfuerzo espiritual, posee un alma de facto. En el hermetismo, la brujería Wicca y muchas de las corrientes esotéricas, nadie tiene ningún alma gratis, sino que debe ganarla a partir de un trabajo espiritual muy específico, puliendo su ser gradualmente, perfeccionándose hasta esperar algún día alcanzar el quinto nivel. El pentáculo simbolizaría entonces ese esfuerzo incesante y de toda la vida, que el aspirante a mago realizaría de manera permanente, primero trabajando en los niveles inferiores de su persona (entrenando y fortaleciendo su cuerpo, ejercitando y practicando su voluntad), luego en los niveles intermedios (estudiando y ampliando su intelecto, observando y fortaleciendo sus emociones), preparando y concentrando sus fuerzas para acercarse lenta y paulatinamente al éter. Quizá.

 

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Heron Michelle se considera a sí misma adepta de la filosofía y las prácticas de Hermes Trismegisto, las cuales, provenientes del Egipto ancestral, se generalizaron hasta llegar al norte de Europa y mezclarse con la magia druida de las antiguas tribus britanas y gaélicas, antes de la llegada de los romanos a esas tierras y de la cristianización.

Tras desarrollarse durante varios años en la magia Wicca Heron se involucró intensamente en diversos movimientos chamánicos de Estados Unidos, los cuales en la actualidad han ido fusionándose tanto con la Wicca como con otras corrientes espirituales como el yoga, el tarot, la metafísica cristiana, la cábala, etc., dando como resultado un cada vez más poderoso y sonado movimiento conocido como neopaganismo, al cual cada día se incorporan nuevas filas de interesados en una espiritualidad alternativa, fuera de distinciones de género, religión, raza, cultura.

En la actualidad, Heron posee su propia boutique esotérica en Carolina del Norte, en donde además de vender productos relacionados con el misticismo y la magia asesora a decenas de clientes suyos.

Heron afirma que ella no inicia a nadie en las tradiciones Wiccas y chamánicas, sino que se define como una mediadora para que la gente aprenda a iniciarse a sí misma. Esta idea es muy interesante, en oposición a diversas religiones, movimientos espirituales y grupos místicos, para los cuales el individuo es incapaz de decidir por sí mismo y necesita la intermediación de un experto, sacerdote o terapeuta para ser iniciado.

Ella más bien se encuadra en la idea de que la finalidad de todo trabajo esotérico o espiritual es que el buscador aprenda a pensar por sí mismo y, en pocas palabras, a iniciarse a sí mismo.

Heron es una escritora muy prolífica que trabaja constantemente en la difusión de los conceptos de la Wicca y el neopaganismo. Su sitio web es: http://www.patheos.com/blogs/witchonfire/about/.

 

Twitter del autor: @adandeabajo