*

Con 100 años de vida, esta tortuga conocida como "Diego" se ha convertido en un héroe silencioso y modesto para su especie

Hasta hace unos años, la tortuga de los Galápagos estaba enlistada como una especie animal en peligro de extinción. Ente los factores que estaban acelerando su desaparición se observó, hace casi 50 años, que en las Islas Galápagos, su hábitat natural, vivían 12 hembras de la especie y tan sólo dos machos.

Para subsanar esto, científicos llevaron a un tercer ejemplar macho que antes de ser trasladado a las islas residía en el zoológico de San Diego.

El cambio de vida fue sin duda sustancial, pues además de ganar libertad, “Diego” (como se conoce a esta tortuga), comenzó a aparearse de tal manera, que en las últimas décadas contribuyó a procrear los suficientes individuos como para salvar a su especie de la extinción.

Especialistas adscritos al Parque Nacional de las Galápagos realizaron un estudio en el que se reveló que cerca de 40% de la población de tortugas de esta especie en la Isla Española (una de las que conforman el archipiélago) está relacionada genéticamente con “Diego”, quien, por cierto, tiene más de 100 años de edad.

Washington Tapia, uno de los científicos participantes en esa investigación, aseguró que las tortugas de las Galápagos aún no tienen, como especie, un estatus saludable, pues en otro momento de su historia la población era de más de 5 mil individuos, pero sin duda la extraordinaria labor de “Diego” augura un futuro positivo para sus congéneres.