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El jabón antibacterial que se ha puesto de moda a partir del pánico colectivo de la gripe H1N1 tiene ingredientes tóxicos y contaminantes

Particularmente después de la alarmante –o, mejor dicho, alarmista– amenaza epidémica de la gripe H1N1 en 2009, en algunos países se ha implementado el hábito de usar jabón antibacterial en todos lados, como un supuesto mecanismo preventivo que salvaguarda de infecciones. Sin embargo, a la luz de evidencia acumulada, el FDA (el organismo que regula fármacos y alimentos en Estados Unidos) ha publicado un comunicado advirtiendo que algunos de los químicos incluidos en estos productos pueden ser dañinos y que los mismos no son mejores para prevenir una infección que el agua y el jabón común y corriente. 

Desde este septiembre en Estados Unidos las compañías de jabones antibacteriales no podrán promover en el mercado sus productos si es que contienen uno de los 19 ingredientes que han sido identificados como dañinos. Dos ingredientes en particular muy utilizados son el triclosan y el triclocarban, los cuales están asociados a la infertilidad, daño cerebral y problemas de corazón. 

Se ha informado que estos químicos, a su vez, contribuyen al crecimiento de bacterias resistentes a antibióticos, destruyen bacterias probióticas que habitan en nuestro cuerpo, rompiendo el balance que conforma la microbiota (lo que antes era conocido como flora intestinal) y tienen el potencial de alterar las hormonas del organismo. Por si eso fuera poco, al entrar a las tuberías pueden hacer daño a plantas, animales y al medio ambiente en general.

Existe, asimismo, la hipótesis de que el exceso de higiene está teniendo daños en la salud mundial, al eliminar bacterias simbióticas que forman funciones importantes en el organismo humano y las cuales se encuentran en la tierra, en mascotas o incluso en nuestros seres queridos. 

Vemos en este caso otro ejemplo más de cómo el pánico y la inseguridad de la población son utilizados para generar ganancias para corporaciones que inyectan sus productos en momentos en los que los consumidores no se cuestionan su efectividad e incluso a veces con el apoyo de los gobiernos.