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Las 5 montañas sagradas de China: vehículos de trascendencia espiritual

Por: Jimena O. - 07/05/2016

5 grandes picos espirituales del taoísmo

China tiene una especial relación con las montañas, estando cerca de algunos de los picos más majestuosos del mundo y atravesado por abundantes cordilleras. Las religiones indígenas chinas concibieron a las montañas como formaciones sagradas y a partir de ellas construyeron una filosofía de la naturaleza en la que la tierra y el cuerpo humano son microcosmos del cielo y de lo divino. 

Son muchas las montañas consideradas sagradas en China, particulares a cada una de las tres grandes tradiciones religiosas (taoísmo, confucianismo y budismo), pero existen cinco que son en cierta forma comunes a todas, si bien están especialmente identificadas con el taoísmo. Estas cinco montañas, conocidas como wuyue, están distribuidas conforme a las cinco direcciones y cinco movimientos (o elementos, wu xing) y corresponden también a las cinco virtudes del confucianismo. 

Tradicionalmente las cinco montañas componen el cuerpo del ser primordial Pangu y trazan las coordenadas del "imperio del medio", como se conoce a la antigua China bajo la noción de que era el centro del mundo (y en esta cadena de correspondencias microcósmicas, el cuerpo del emperador era a su vez un microcosmos del imperio). Estas montañas actualmente constituyen un importante circuito de turismo religioso y cuentan con diferentes templos; se recomienda además visitar cada una en diferente temporada, pues de esta forma comprenden todo un ciclo cósmico de completud. La filosofía china basada en la observación de la naturaleza considera que estas excursiones son importantes puesto que promueven la topofilia o la geopiedad, el sentimiento de unidad entre el hombre y la naturaleza, y la virtud, la cual obtiene inspiración de las montañas y el curso inviolado de las leyes naturales.

 

Tai Shan

Al este se encuentra el monte Tai, "Monte de la Suprema Paz", que se asocia con la salida del Sol, lo que significa renacimiento y renovación; esta es  la cabeza de Pangu. Aquí numerosos emperadores han realizado sacrificios al cielo. Es la más importante de estas cinco montañas. 

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Heng Shan

El monte Heng en Hunan, el "Monte del Equilibrio", corresponde al brazo derecho y al sur.

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Hua Shan

Al oeste el monte Hua Shan, el "Monte del Esplendor", corresponde a los pies.

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Heng Shan

Al norte el monte Heng en Shanxi, el "Monte de la Constancia", corresponde al brazo izquierdo.

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Song Shan

El monte Song en Henan, el "Monte de la Nobleza", corresponde al centro y al ombligo. SONG-3167369_144328602137_2

Debe mencionarse que existen otras diversas montañas importantes en China, sedes también de peregrinaciones, como Wudang, la montaña del tai-chi o la cordillera de montañas Kunlun, las cuales con consideradas a veces como la región geográfica correspondiente a la montaña sagrada mitológica del mismo nombre en la que residen el Emperador de Jade, la divinidad máxima del taoísmo, y la Reina Madre del Oeste. El monte Kunlun corresponde también al monte Sumeru, el axis mundi del hinduismo y el paraíso y es también en la anatomía microcósmica un acupunto en el tobillo, el cual está ligado a la cabeza y es utilizado para tratar las jaquecas. 

Según Joan Qionglin Tan: "En China, las montañas están dotadas de un sentido de lo sagrado debido a su asociación con el cuerpo del creador, su proximidad con la región celestial y la larga tradición que tienen como lugares de culto y ritual... es por ello que la montaña es un vehículo adecuado para la trascendencia espiritual en las 'tres enseñanzas chinas' (confucianismo, taoísmo y budismo)". El ascenso de una montaña también simboliza el camino espiritual de un practicante, empezando desde su primera instrucción religiosa hasta la iluminación. En el caso del taoísmo esto es conseguir el estado de inmortal, mayormente practicando alquimia interna (neidan) para revertir la energía creativa, regresando la esencia vital hacia el espíritu y el espíritu hacia el vacío. Los antiguos maestros taoístas enseñaron que las montañas y en general la vida retirada de la sociedad permitía el sosiego necesario para consagrarse a prácticas espirituales. Es por esta visión que a lo largo de las montañas en China existen muchos de los monasterios más importantes y eremitas, habiendo florecido una notable tradición de ermitaños que renuncian al mundo terrenal y se resguardan en las montañas, mas cerca de la pureza del cielo.

Chuang Tse describe a la "persona verdadera" como aquella "cuyo espíritu asciende a las más altas montañas sin detenerse, atraviesa una fuente profunda sin mojarse, y vive en cuevas sin enfermarse. Su espíritu llena todo el universo. Ayuda a las demás personas y así tiene más abundancia". 

Paralelo a las montañas sagradas también existen diversos cielos-grutas. Se considera que el yang de la montaña con el yin del agua forman un estado de perfecta armonía, por ello la refinada pintura de los maestros budistas y taoístas representaba comúnmente a una montaña junto con un cuerpo de agua.