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Una genial mezlca de animación y captura de Ámsterdam pasada por un software para hacer fractales nos entrega una ciudad en la que se vuelve traslúcido un reino matemágico

Ámsterdam es conocida por muchos jóvenes como un oasis para experimentar con las drogas, pero ni siquiera la profusión de drogas se compara con este video en el que podemos internarnos en una Ámsterdam de la mente, fractalizada con una genial técnica mixta de fotografía y software matemático.

El director holandés Julius Horsthuis ha captado su ciudad utilizando una técnica conocida como fotogrametría combinada con las fórmulas fractales del Mandelbulb 3D (un programa nombrado en honor al gran descubridor moderno de los fractales, Benoit Mandelbrot). La fotogrametría combina múltiples fotografías para crear modelos digitales en 3D de paisajes y objetos. Horsthius dice que su intención con este corto llamado Fractal Nature es visualizar "la naturaleza caótica de la realidad" que genera la misma ciudad y a la vez encontrar un balance con los patrones fractales. Emerge un orden dentro del caos. 

Las imágenes son fascinantes, vemos a Ámsterdam como una especie de Atlántida hiperdimensional, atrapada en un mundo submarino o en el sueño de una deidad. Los edificios se convierten en palacios mayas o estupas orientales; vemos que las cosas no son cosas, son procesos en perpetua mutación, iluminados por una luz numinosa. La repetición de las formas, la autosimilitud de los fractales, evoca el infinito, el tejido de un universo que teje la totalidad de sí mismo en cada parte, cada átomo es una montaña, cada piedra es un castillo. Y la textura es un fulgor de plasma que oculta una gema que es la sustancia del vacío.

La música, "Modern Life" de Marcello De Francisci y Lisa Gerrard, es sin duda atinada y realza la experiencia, una mezcla de ambient celestial con una hipnótica percusión que nos va llevando por los corredores de esta ciudad que parece ser un reino con tesoros secretos de la conciencia.