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Se trata de "un cóctel de lisergia que mezcla consejos, datos científicos, relatos de viajes personales y prácticas enfocadas en la disminución de riesgos para los psiconautas"

Históricamente el LSD, sobre todo desde hace poco más de medio siglo, se consagró como una especie de catalizador de la conciencia humana. Hoy, millones de personas han tenido una o múltiples experiencias con esta sustancia, y de alguna forma el ácido lisérgico forma ya parte del imaginario colectivo, es un ingrediente más de nuestra realidad –aunque, paradójicamente, uno que en muchos casos puede ayudarnos a trascender los límites tradicionales de lo que llamamos real.

En buena medida orillados por la larga prohibición, el uso de LSD generalmente se da de manera libre, en las llanuras, con personas que sienten una especie de llamado y se arrojan al vacío lisérgico ("Así es como se hace la magia. Se hace dejándote caer en el abismo y descubrir que es una cama de plumas", diría Terence McKenna). El problema es que en muchos casos existe una gran desinformación respecto a esta sustancia, a su potencial y a los riesgos que, como cualquier otra cosa en la vida, conlleva consumirla.

Consumir una sustancia, sea esta alcohol, tabaco, LSD o pizza, es una decisión que lleva implícita una responsabilidad. Y para hacerlo responsablemente es fundamental estar bien informados sobre la sustancia en cuestión. Por eso, en el caso del LSD, celebramos el lanzamiento del Manual para Viajeros en LSD. Se trata de un eBook mediante el cual su autor busca compartir su experiencia como psiconauta lisérgico "para dar respuesta al peor mal asociado al consumo de sustancias psicotrópicas... la desinformación".

Firmado por una entidad que se hace llamar "lisérgicos", este Manual para Viajeros en LSD es, en palabras de su autor, "un cóctel de lisergia que mezcla consejos, datos científicos, relatos de viajes personales y prácticas enfocadas en la disminución de riesgos para los psiconautas". 

En una charla que sostuvimos con él, tuvimos oportunidad de plantearle algunas preguntas que a continuación te compartimos:

 

¿Por qué la desinformación es el peor mal asociado al consumo de psicoactivos?

R: Imaginemos que tienes 18 años, has fumado ocasionalmente hierba y decides consumir LSD en una fiesta el próximo sábado. El hecho de que el consumo de sustancias psicoactivas sea un tabú, hace que tengas un temor natural de consultar abiertamente, en tu escuela o con tus padres, acerca de cómo hacerlo del modo más seguro posible. En vez de consultarlo, construyes entonces tu conocimiento acerca del uso de LSD como un rompecabezas en el que las piezas son: una respuesta en un foro de Taringa, los comentarios de un amigo de un primo que usó LSD en los 90 y las "muy confiables palabras" de tu dealer de hierba. Esto está sucediendo una y otra vez en cada barrio mientras lees esto y el resultado tiende a ser desastroso en muchas oportunidades.

Cada vez que llega un joven con una córnea lastimada debido a que "coló por el ojo porque pegaba más duro", o un adulto desmayado a la sala de emergencias porque mezcló Sildenafil con popper para "coger toda la noche", sabemos que todo esto puede evitarse con una sola cosa... Información.

  

¿Cómo remediarlo?

R: La parte cómica de todo esto, es que remediarlo no es muy complejo, de hecho, requiere un esfuerzo infinitamente menor que el desplegado en la terriblemente costosa e ineficiente guerra contra las drogas. Se trata de comunicar; de crear y replicar masivamente información confiable y oportuna. Es aceptar que "dile no a las drogas" es una frase hueca que muy poco está haciendo hoy por nuestros jóvenes, sobre todo por aquellos que ya dijeron "sí" y requieren: soportes, herramientas, guías... en resumen, más información para su cuidado. 

Lógicamente, el estadio ideal sería que el Estado generara políticas que fomenten la educación para las drogas. Sin embargo, como en Latinoamérica aún estamos un tanto lejos de eso, somos nosotros los mismos usuarios que debemos organizarnos y aprender a comunicar. Debemos ser astutos y conseguir aliados como esta plataforma digital que nos permita llegar a cada psiconauta, debemos empeñarnos y escribir nuestros propios libros e imprimirlos en Amazon. Se trata de no esperar pasivamente y apropiarnos de la comunicación en el tema de las drogas.

 

5 recomendaciones para los usuarios que consuman o tengan pensado consumir LSD:

1. Lee. Si la desinformación es entonces el peor mal asociado al consumo de psicoactivos, lo primero que debe hacer quien planee utilizar LSD, es documentarse acerca de la sustancia: efectos, tiempo de acción, potenciales riesgos (toda sustancia los tiene). 

2. Asegúrate de estar consumiendo LSD. Especialmente en los países latinoamericanos, cada vez es más difícil conseguir LSD en las calles. Los imitadores sintéticos como el NBOMe inundan el mercado negro de psicoactivos.

En algunos lugares tenemos la fortuna de contar con organizaciones que realizan análisis de sustancias ilícitas para disminuir los riesgos asociados a su consumo, tal es el caso de Échele Cabeza en Colombia, o Energy Control en España. Si desafortunadamente no tienes a uno como estos cerca, puedes conseguir a través de Amazon (ya van a pensar que le estoy haciendo publicidad al portal) los reactivos necesarios para hacer tú mismo pruebas químicas a lo que te estás metiendo. Estos reactivos son baratos, confiables, y lícitos.

3. Cuidado con las mezclas. Si bien la toxicidad de la dosis media de LSD es inferior a la toxicidad de la dosis media de cafeína, la interacción del ácido con otras sustancias puede generar nuevos riesgos psíquicos y físicos. Por ejemplo, si utilizas antidepresivos tricíclicos o litio, los efectos del LSD pueden incrementarse exponencialmente. Verifica qué medicamentos estás consumiendo hoy y consulta cuáles son los efectos del LSD al interactuar con éstos.

4. Trágalo. Por favor, no creas más historias acerca de que "el ácido pega más por el ojo", la vía de administración no afecta de modo significativo la intensidad de los efectos de la sustancia, sólo determina el tiempo en el que el viaje inicia. Es bastante tonto poner en riesgo tu córnea por ganar unos minutos. 

5. Viaja sano. El LSD es un amplificador de emociones y sensaciones. Así como los colores del entorno podrán maravillarte por su marcado esplendor, cada sensación de tu cuerpo, sea placentera o displacentera, podrá potenciarse infinitamente. Un pequeño dolor de muelas o una bronca con tu novia pueden convertirse en la peor pesadilla durante el viaje. Evalúa tu estado emocional y físico antes de la experiencia psicodélica y si no te sientes en perfectas condiciones, posterga el viaje.

 

Lecturas recomendadas para psiconautas (además de MPV)

R: Sin duda alguna: The doors of the perception, de Aldous Huxley. LSD, my problem child, de Albert Hofmann. PIHKAL: A Chemical Love Story y TIHKAL: The Continuation, ambos de Alexander Shulgin.

 

 
El Manual para Viajeros en LSD será lanzado este próximo 10 de junio y será distribuido vía Amazon.com.
 
Más información: @lisergicos