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¿Esta vacuna podría ser el remedio contra el cáncer que está esperando la humanidad?

En una investigación que podría cambiar el rumbo de la medicina contemporánea, un grupo multinacional de científicos –dirigidos por Ugur Sahin, de la Universidad Johannes Gutenberg de Alemania– asegura haber encontrado una vacuna que parece combatir exitosamente el crecimiento agresivo de tumores cancerígenos de cualquier tipo. 

A grandes rasgos, la técnica consiste en inyectar nanopartículas de grasa con código RNA cancerígeno en el cuerpo de un paciente. De este modo, cuando el sistema inmune detecta células cancerígenas navegando en el torrente sanguíneo, responde ante estas como si se tratase de un virus, generando células sanas que exterminan las células cancerígenas, según se explica en el sitio RT.

Inicialmente la vacuna fue desarrollada y probada en ratones con tumores particularmente agresivos. Una vez que se observó una respuesta positiva y sin efectos secundarios adversos, se procedió a experimentar con seres humanos.

De acuerdo con la investigación publicada en la revista especializada Nature, tres pacientes recibieron dosis menores de la vacuna. Entre las respuestas observadas se encontró que, en el primero, un tumor en sus nódulos linfáticos se hizo más pequeño; en el segundo hubo un período de 7 meses libre de cáncer luego de la administración de la vacuna y de que sus tumores le fueron removidos con cirugía; en el tercer paciente, la vacuna parece haber detenido la metástasis que le hizo padecer cáncer de pulmón como consecuencia del cáncer de piel que desarrolló inicialmente.

Asimismo, en el caso específico de esta vacuna, los investigadores que la desarrollaron sostienen que la inmunoterapia de nanopartículas RNA (como se le conoce técnicamente) tiene a su favor que es un tratamiento rápido y poco costoso de aplicar, además de que por sus características puede dirigirse hacia cualquier tipo de cáncer, de ahí que se le considere una “vacuna universal”.

Como vemos, en los seres humanos los resultados son incipientes pero sin duda prometedores, sobre todo si consideramos que el cáncer ha sido uno de los flagelos más arduos de combatir en las últimas décadas.