Existen algunos argumentos económicos (bastante cuestionables) y una complicada serie de negociaciones, manipulaciones y presiones de política interna, pero al final lo que claramente parece haber cargado el voto a favor del Brexit en el referéndum de ayer en el Reino Unido fue el miedo a los inmigrantes. Esto ante un clima de pánico global frente al terrorismo, pero sobre todo por la gran cantidad de inmigrantes de la eurozona que han llegado a los países británicos en los últimos años, los cuales son percibidos como un riesgo en el sector laboral. Esta es una historia que ya hemos visto antes.
Las cifras son reveladoras: entre 1993 y 2014 la población nacida fuera del Reino Unido aumentó de 3.8 millones a 8.4 millones y los ciudadanos extranjeros de 2 a 5 millones. Antes de 2004 solamente había 25% de inmigrantes de origen europeo (la mayoría eran de la India y Pakistán); para 2014, esta cifra ya era del 50%.
Gran parte de los inmigrantes europeos vienen de países excomunistas, particularmente Polonia, que se ha convertido en la segunda fuente de inmigrantes más grande del Reino Unido, después de la India. Luego vino una segunda ola de países como España y Portugal, que sufrieron el colapso financiero de 2008.
En los últimos 20 años se incremento 40% el número de británicos que consideraban que una de las cuestiones políticas más importantes era la inmigración, y actualmente 77% cree que los niveles de inmigración deben reducirse. Esto alimentó la demagogia antiinmigrante y el surgimiento del UKIP (UK Independence Party), que se ha convertido en la tercera fuerza. Una oportunidad de crecimiento similar fue utilizada por Donald Trump en Estados Unidos.
Es xenofobia simplemente porque la medida dice claramente "no" a la integración con los demás europeos, coloca fronteras invisibles y, pues, aísla a las islas. Esto es especialmente duro para los jóvenes que tienen ideas comunitarias, de viajar, de libertad. "Las generaciones más jóvenes han perdido hoy el derecho de vivir y trabajar en 27 países. Nunca sabremos hasta qué nivel perdimos oportunidades, amistades, matrimonios y experiencias. La libertad de movimiento fue secuestrada por nuestros padres, tíos, abuelos, en un golpe a una generación que ya estaba ahogada en la deuda de sus predecesores", dice un editorial en The Guardian. La votación de 52% a favor fue encabezada por grupos conservadores y edades mayores. Según las encuestas previas un 75% de los jóvenes habría votado "stay" (quedarse), lo cual no fue suficiente. Ciertamente estaban polarizados los demográficos y fue una derrota para la juventud.
#Brexit también resalta los problemas de la globalización que ciertamente crean ecosistemas complejos en los que se enfrentan ideales de libertad con duras situaciones económicas, miedos y la imposición de políticas de organismos internacionales y demás factores. Este caso muestra todo esto y más, y quizás es por ello que muchos de los británicos que votaron realmente no sabían de que se trataba, según las búsquedas de Google.
Por el momento, los británicos tendrán que gastar más si quieren irse de vacaciones y la gasolina será más cara ante la depreciación de la libra esterlina en relación al euro. Siendo la Unión Europea su principal socio comercial, es probable que se venga una crisis económica.
Mientras tanto la Unión Europea ha llamado a agilizar la salida de Gran Bretaña; Escocia busca un nuevo referéndum para su independencia, en Holanda se discute la posibilidad de algo similar y el primer ministro David Cameron ha renunciado después de fracasar en su campaña a favor de la permanencia. Ah, y las bolsas de valores en el mundo muestran fuertes caídas.